El futuro energético de Euskadi se dibuja entre grandes retos y oportunidades, según quedó patente en la mesa redonda del III Foro de Transición de Grupo Noticias titulada ‘Innovación y colaboración en el ámbito energético’, compuesta por Irantzu Allende, viceconsejera de Transición Energética del Gobierno Vasco; Ivan Jimenez Aira, presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao; e Isabel Loureiro, responsable de planificación y operación de Red, Región Norte de Iberdrola.
La viceministra abrió la mesa explicando que la CAV tiene el objetivo de alcanzar un 32% de participación de energías renovables en el consumo final para 2030, según la Ley de Transición Energética. Sin embargo, reconoció que actualmente está muy por debajo de la media europea; por la parte de autoabastecimiento se sitúa alrededor del 8,8% (a nivel europeo es del 42%) y en la producción eléctrica renovable la media vasca es del 7,9% (mientras que la cifra europea es del 50% aproximadamente). Un desfase que no se debe a la falta de superficie: “Incluso ajustando por tamaño del territorio, Euskadi está tres veces por debajo de la media europea, por lo que ahí tenemos una reflexión de qué queremos hacer”, afirmó.
“Estamos en una posición privilegiada para asumir estos retos y aprovechar la apuesta de Europa y Euskadi por las tecnologías limpias”
Para avanzar, el Gobierno vasco ha apostado por el autoconsumo, un sistema que permite a empresas y ciudadanos generar su propia electricidad. Allende destacó que la convocatoria de ayudas lanzada en mayo de este año dispone de 80 millones de euros para dos años, y ya se han aprobado solicitudes por 40 megavatios.
El Puerto de Bilbao: electrificación y energía verde
Ivan Jimenez puso el foco en el papel del Puerto de Bilbao como infraestructura estratégica en la transición energética. Según explicó, la Autoridad Portuaria consume actualmente el 100% de su energía de origen verde, aunque no toda generada localmente. “Para finales de 2027, el plan es tener todos nuestros muelles electrificados, seremos el primer puerto de todo el eje atlántico”. La electrificación permitirá que las navieras puedan conectarse a la red eléctrica y dejar de depender de motores de combustibles fósiles, cumpliendo así con las regulaciones europeas sobre emisiones. “Gran parte de esa electricidad será generada en el propio puerto de Bilbao”, añadió Jimenez.
No obstante, el presidente del puerto advirtió que para alcanzar estos objetivos será necesario multiplicar por seis la capacidad energética actual, pasando de una subestación de 30 megavatios a un total de 210 megavatios, repartidos en un 50% eólica y 50% solar. También apuntó hacia soluciones a largo plazo, como el desarrollo de tecnologías offshore flotantes en el entorno portuario.
Redes eléctricas: necesidad de planificación y flexibilidad
Isabel Loureiro de Iberdrola expuso la importancia de contar con redes eléctricas preparadas y flexibles para acompañar la transición. No se trata solo de construir más redes, sino de diseñarlas de forma que se puedan ir expandiendo según las necesidades: “El final del camino hay que estimarlo bien, y después diseñar con mucho cuidado cómo vamos construyendo lo mínimo imprescindible en cada momento para no tener redes ociosas”.
“Se trata de diseñar las redes del siglo XXI y construir paso a paso lo necesario, para que estén disponibles cuando sean necesarias sin quedar ociosas”
Loureiro destacó que en los últimos cinco años se ha avanzado mucho en anticiparse a la demanda industrial creciente y en preparar la infraestructura para autoconsumo, electrificación y desarrollo de energías renovables. “La red que tenemos está saturada, pero hay capacidad que la normativa no nos permite utilizar. Hay que encontrar instrumentos para flexibilizar y aprovechar lo que existe”, explicó.
La mesa también abordó la combinación de diferentes fuentes de energía y el papel del hidrógeno verde. Jimenez recordó que, aunque el puerto ya cuenta con aerogeneradores y sistemas de autoconsumo, los costes de producción del hidrógeno verde son actualmente muy elevados. Por ello, se utilizan combustibles sintéticos como laboratorio de prueba, mientras se prepara el terreno para una adopción mayor. Además, subrayó la necesidad de equilibrar las inversiones en energía fósil y renovable, dado que el puerto también depende de combustibles tradicionales para mantener su operación y competitividad. La electrificación de muelles y la integración de energías renovables requieren inversiones millonarias, más de 100 millones de euros en los próximos años. “Gran parte de esa inversión va a ir a la energía verde. Es una ecuación difícil, pero evidentemente debemos apostar por ello”, aseguró el presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, quien también quiso reconocer la labor del EVE en cuanto a ayudas y concienciación.
Concienciación
El debate también abordó la concienciación de las empresas y la sociedad. Loureiro destacó que la infraestructura de clusters ha permitido que la industria en CAV y Navarra esté más informada y concienciada sobre las necesidades eléctricas y energéticas. Allende, por su parte, coincidió en que existe conciencia en ambos frentes: medioambiental y competitiva. “La industria lo necesita. Energéticamente, el coste para la industria electrointensiva es un factor de competitividad que debemos manejar bien frente a otros países”, dijo.
“Todos queremos energías renovables pero, por si acaso, el molino que lo pongan en el pueblo del vecino. Creo que como sociedad es algo que debemos reflexionar”
Jimenez añadió que en el puerto se observa una diferencia generacional: los responsables más jóvenes están más concienciados sobre la transición energética, mientras que los actores menos dependientes de electricidad la perciben como secundaria. Sin embargo, destacó que la colaboración con clusters como Uniport está ayudando a que más de 200 organizaciones comprendan la importancia de la transición energética.
Próximos pasos
Jimenez compartió datos concretos sobre la reducción de emisiones lograda: “Solo con el hecho de que el puerto consuma electricidad de origen verde, hemos reducido las emisiones en un 90% en cinco años. Además, con la electrificación de los muelles, se prevé reducir un 40% las emisiones de los barcos para finales de 2027”. También destacó que algunos cruceros podrían reducir entre un 85% y un 95% sus emisiones durante su estancia, gracias a la electricidad verde y a sistemas de baterías.
En cuanto a la industria, Loureiro afirmó que el conocimiento sobre la necesidad de electrificación ha aumentado significativamente en los últimos años. “Se han autoconvencido más. La infraestructura y la información han generado un cambio de tendencia”, aseguró. Allende coincidió en que, aunque existe conciencia medioambiental, también hay una motivación económica: “Todos somos verdes, pero necesitamos conocer los factores que nos hacen más competitivos. La transición energética es un síntoma y un factor de competitividad”.
La mesa concluyó con una idea clara: la transición energética requiere colaboración entre administraciones, industria y ciudadanía. Jimenez recordó que los proyectos deben equilibrar sostenibilidad y competitividad, mientras Allende y Loureiro destacaron la importancia de la planificación, la inversión y la información para asegurar que las empresas puedan electrificarse de manera eficiente.
