Carlos Pérez-Nievas López de Goicoechea (Tudela, 5 de octubre de 1966) recordará siempre el mayo de 2023: al frente de la campaña de Ciudadanos, al que el CIS da un 0,8% de intención de voto en Navarra; con pie y medio en su puesto de coordinador estatal del partido, lejos de la política de aquí; testigo preferente de la desfragmentación de Navarra Suma, que será “mala” para la derecha.

Así, sin paños calientes. Con el cásico tono seco y un poco cortante –diríamos tono de cierzo– del que fue consejero de Educación con CDN y parlamentario de la coalición formada por UPN, PP y Cs la pasada legislatura. Pero sin dramas. Con esa socarronería de perro viejo. Tampoco es el fin del mundo. Apuesta a que UPN tendrá sus peores resultados históricos y que el futuro Gobierno de Navarra se decidirá en un despacho de la sede del PSOE en la calle Ferraz de Madrid. Y a partir de ahí, hablamos.

Acabamos de hacer la porra. ¿Qué me dice de la abstención?

–Va a subir. Dos, tres puntos. Y hará daño a quienes conformamos Navarra Suma.

¿Se ha acordado muchas veces de la ruptura de Navarra Suma durante estos días de campaña? 

–Ni un minuto. La mataron UPN y PP. Nosotros estamos centrados en Ciudadanos. Cada uno ha hecho lo que ha querido. Así que cada uno asuma su responsabilidad.

¿Ni siquiera el otro día, en la Plaza del Castillo? Lluvia, frío, cuatro personas bajo la carpa de Ciudadanos...

–No, no, que ahora estoy mejor. Con todo lo que ha pasado, donde no podría haber estado es en Navarra Suma. La marca había resultado interesante y había funcionado en el mundo municipal. Pero ha cambiado por un partido que por mucho que hable de Navarra, Navarra no es el centro de sus decisiones. La decisión más trascendente, que es la de quién gobierna esta comunidad, la ha dejado en Madrid, en el PSOE. Esa es la gran contradicción de UPN. 

Insinuó que ustedes eran una franquicia política.  

–Pueden decir lo que quieran, pero ni UPN, ni tampoco el PSN, van a decidir quién gobierna en Navarra. Esa decisión se tomará en Ferraz el día 29 de mayo en función del resultado del PSOE, los intereses de Pedro Sánchez y la posibilidad de reeditar un gobierno en España a final de año. Esparza puede ser presidente, y puede serlo con el peor resultado de la historia de UPN. Chivite está como loca por reeditar con Bildu. Pero ninguno decidirá. Sánchez decide.

¿Qué cree que va a pasar? 

–Yo creo que se está poniendo todo a favor de los intereses de Sánchez y Chivite. Feijóo no está siendo la alternativa y no vamos a ver los resultados del PP de mayo de 2011. El PP solo tiene opciones de recuperar Extremadura. Pero ni en La Mancha, ni en Valencia ni en Aragón les veo con opciones. Sánchez no va a tener miedo de reeditar el pacto con EH Bildu. Las opciones van a ser malas para la estrategia disparatada de Javier Esparza.

¿A pesar de todo el revuelo con las listas de EH Bildu? 

–EH Bildu ha hecho todo con intención y con maldad. Se han reído de todos. Lanzan esta propuesta para ver hasta qué punto pueden tensar la situación. ¿Y de qué se han dado cuenta? De que pueden tensar todo lo que quieran. Es un papelón, porque Chivite y Remírez han quedado fatal. Dijeron que los asesinos ahora retirados de las listas habían aceptado la legalidad democrática.

¿Sánchez y Chivite tienen la suerte unida? 

–Sí, pero solo porque no se es capaz de llegar a acuerdos mayores. El PSN puede pasarle a UPN cualquier día, a este paso. Ahora sería momento de que ambos dijeran: que gobierne el que saque más votos y hacemos un acuerdo amplio. Nosotros no dudaríamos en hacer presidente a Esparza o Chivite en esa situación.

¿Usted ve factible un acuerdo de ese tipo? 

–Si pienso en los personalismos de Chivite y Esparza, no lo veo. Pero con las cuestiones personales no se avanza. Lo que creo que sería bueno es un acuerdo de gobierno. Al margen dejo si debe haber o no consejeros de un partido o de más. Pero que el acuerdo debe ser para gobernar. Lo que dice Esparza de hacerlo en solitario con menos de 15 escaños es un disparate.

¿Pero usted cree que esta opción es real? Ya hemos visto qué ha pasado con esos gobiernos. 

–Tampoco la convivencia entre PSN y Geroa Bai ha sido mejor. Barkos suena como si fuera oposición y Geroa Bai tiene que hacérselo mirar, porque EH Bildu le ha robado todo el protagonismo y van camino de desaparecer cuando se retire Barkos. Hay que entender también qué era 2011, el año de una crisis bestial. Aparte de la situación general, Barcina manejó mal la crisis interna y todo fue un desastre. Pero Navarra tendría que apostar por un entendimiento entre UPN y PSN, y Ciudadanos y otros partidos tendríamos que hacer de contrapeso.

Hablando de partidos que pueden desaparecer: ¿estas elecciones pueden suponer la desaparición definitiva de Ciudadanos? 

–Estas elecciones las perdimos hace tiempo, así que solo podemos mejorar. Tocamos suelo con los resultados en Andalucía y Madrid. Ahora estamos mejor y vamos a ser decisivos en las comunidades donde el umbral de entrada sea el 3%, como Murcia o Asturias.

Pero todo apunta a que van a desaparecer en Navarra, también de 3%.

–Si me dijera que la entrada es el 5%, le diría que es imposible. Pero un 3% lo podemos alcanzar en Navarra.

¿Y en los pueblos? 

–Soy muy, muy pesimista. El gran fallo de romper Navarra Suma ha sido no pensar en los efectos municipales. El mapa de Navarra va a ser verde bildu de Tafalla para arriba. Veremos qué pasa en Pamplona. 

A partir del 28 de mayo, ¿esta sede seguirá existiendo? 

–Miramos a largo plazo. Hemos descontado el resultado de estas elecciones hace mucho tiempo. Lo que tengamos será un regalo para Ciudadanos. La opción del centro liberal europeo ha venido para quedarse, en toda Europa.

La desfragmentación de Navarra Suma ha hecho que muchos ex de UPN pasen a las filas del PP. ¿Les ha ocurrido a ustedes algo así? 

–A nosotros nos ha pasado con Carlos Aguado en Tudela, aunque la diferencia es que él me avisó a mí de que se quería ir. Él se ve fuera, sospecha que Ciudadanos no va a salir y quiere mantener su posición personal. Para mí tiene poca credibilidad, pero lo avisó. El tema de los fichajes en general lo he seguido con un poco de vergüenza ajena.

¿Les ha pasado a ustedes? 

–Llegamos a ser más de cien afiliados y ahora somos treinta y pocos. Pero somos mejores, estoy convencido. Los que se han querido marchar tanta paz llevan como descanso dejan. Nadie está obligado a quedarse en un partido. Pero que no digan que es por cuestiones ideológicas. Es por intereses personales. A nosotros nos ha pasado con Carlos Aguado y Paty Cavero, que se han ido a UPN; José Miguel Bernal, que era concejal en Egüés, se ha ido al PSN; y Ruth Goñi al PP. 

El otro día dijo que Tudela tiene que abandonar la queja permanente. 

–Es que no te deja crecer. Tudela tiene que estar orgullosa de lo que es, y aceptarse como es. Si tenemos 40.000 habitantes, es absurdo competir contra la Comarca. Si no salen las cosas no vale con echarle la culpa a Pamplona, digo yo que el alcalde, por ejemplo, tendrá que decirse a sí mismo, pues igual has hecho algo también mal tú. La guerra de Toquero con Chivite la veo infantil, inmadura.

También dijo que en Navarra había que quitarse la txapela.

–Nuestro lema es Libérate, pero también es Somos mucho más que fueros. Hablo de boina enroscada, que es algo que decía Alli hace un tiempo. Parece que el tema de la foralidad y las competencias es un dogma, no se puede tocar. Eso lo defiende el mundo de Geroa, EH Bildu por otras razones, pero UPN lo defiende de forma acomplejada, para que no le llamen mal navarro. A mí no me van a decir que soy peor navarro si digo que lo primero que hago es romper el traspaso de Tráfico. Seamos menos elitistas y señalemos menos a quienes tenemos otra forma de sentirse navarro que está alejado de ese dogma de la foralidad.

Usted es abogado. ¿Eso se podría hacer?

–Es un acuerdo político. La negociación de una transferencia debe hacerse entre gobiernos. La negociación no la hizo Barkos, la hizo el PNV, que nos parece que no tendría que negociar nada de Navarra. Es una intromisión inaceptable. Y luego fue EH Bildu el que se puso la medalla por expulsar a la Guardia Civil. Un gobierno decente tiene que romper ese acuerdo.

Fue Sánchez en 2018 el que anunció a Barkos el comienzo del traspaso final. 

–Lo que decanta todo es el pacto del PNV. Sánchez engañó a Barkos, y ha humillado a todos: a Barkos, a Chivite, a la Guardia Civil, a los navarros... que UPN se siente en la mesa y acepte eso... Cualquier cosa que venga pactada con EH Bildu, habría que rechazarla de facto. 

Pero la Guardia Civil no desaparece de Navarra. 

–El acuerdo pretende invisibilizar a la Guardia Civil de Tráfico. Son un símbolo. Y su desaparición es una reivindicación del nacionalismo. Yo, negociado así, me niego. Tengo mis dudas en otros contextos del pasado, con UPN o CDN. Me da igual que sea un ejercicio de transferencia de competencia. Yo, así, no la quiero.

Pero, entonces, ¿hemos convertido un debate competencial en una humillación, una afrenta? 

–Esto son intereses de Sánchez. Si Navarra hubiera negociado esto, bueno. Pero no ha existido este debate y la negociación ha ido en la línea de querer invisibilizar a la Guardia Civil. La izquierda abertzale va a conseguir un triunfo.

¿No es un poco excusa? Me refiero a que la competencia está reconocida. Sus quejas vienen por cómo se ha hecho. ¿La forma invalida todo? 

–Esto no es un juego. Lo primero que hay que ver es que la competencia debilita a tu país. Si la Guardia Civil desaparece de una parte significativa, si me dices que está negociado por un Gobierno legítimo, lo tendré que asumir. Pero esto ha sido un acuerdo político. No voy a comulgar con ruedas de molino.

Si no obtiene representación el 28-M, ¿será su despedida de la política navarra?

–Si no tengo representación, sí. Tengo un cargo nacional que me absorbe. Ciudadanos necesita renovar su liderazgo en Navarra. Llevo aquí desde 2015. Aquí también necesitamos renovar caras.