La construcción prevé que el sector crezca un 7% durante este año, en base a las proyecciones de la Federación Europea de la Industria de la Construcción recogidas por la patronal CNC. Las previsiones están en línea con las de Euroconstruct, que pronostica un avance del 5,5% para el segundo semestre y de un 6% para 2022.

Por segmentos, la producción en la rama de edificación prevé un incremento de un 7,6% respecto a 2020, mientras que la ingeniería civil un 4,5%. El avance del primero es superior al segundo, ya que está impulsado por la rehabilitación, que avanzará un 10,4%, mientras que las viviendas de obra nueva contribuyen con un crecimiento del 8% y la edificación no residencial un 4,9%. Sin embargo, la patronal destaca que el crecimiento del sector podrá ser mucho más significativo, puesto que la implementación de los fondos Next Generation es más tardía de lo previsto.

Retomar la actividad

Según datos del Informe de Vivienda en Navarra de 2020, el impacto de la pandemia y la práctica inactividad en el sector en el segundo trimestre de 2020 tuvieron un lógico retroceso de la actividad. Se iniciaron 2.559 viviendas en la Comunidad, 343 menos que en 2019 (-11,8%), lo que lo sitúa en volúmenes de viviendas iniciadas de 2017 o 2018. No obstante, 2021 va retomando con fuerza la actividad y hasta el 1 de octubre del presente año se han iniciado un total de 2.350 viviendas, una cifra muy próxima a la del 2020. En cuanto a viviendas finalizadas, se han terminado 1.810, frente a las 2.056 del año pasado en el mismo periodo.

De este modo, las 2.350 viviendas iniciadas en 2021 quedan muy lejos de las casi 4.900 del mismo periodo del 2005, pero duplican las de 2016, por ejemplo, cuando el sector ofrecía los primeras síntomas de una recuperación paulatina.

No son únicamente los datos de la vivienda nueva los que muestran la recuperación del sector. La actividad hipotecaria y los datos de compraventa de viviendas usadas muestran que existe una oportunidad de inversión relativamente segura.

A ello, contribuyen factores diversos. Por un lado, el significativo descenso de precios que se registró entre 2010 y 2016 ha sido seguido de un crecimiento mucho más moderado, con alguna ligera caída incluso en el último año en la vivienda de segunda mano. Junto a ello, los tipos de interés a cero reducen al mínimo la rentabilidad de la mayor parte de los productos bancarios tradicionales: desde los depósitos, por los que casi ninguna entidad paga, hasta los fondos de inversión de perfil más conservador. Y el riesgo de los mercados siempre es una opción para muchos ahorradores que ven en alquilar un piso una fuente de ingresos adicional. Según el Banco de España la rentabilidad media del alquiler ronda en España el 3,5%. En Navarra, con los precios del arrendamiento en continuo crecimiento, supera ya el 4% neto anual.

Y hay que tener en cuenta un último factor. El ahorro de las familias se ha situado en los últimos trimestres en niveles récord, con un crecimiento sin precedentes en el último año. Entre marzo de 2020 y marzo de 2021, un ejercicio completo marcado por la pandemia y las restricciones al consumo, familias y empresas navarras aumentaron en unos 1.700 millones de euros su dinero en depósitos y cuentas corrientes, hasta rondar los 19.500 millones de euros.

La obra nueva y rehabilitación impulsan el incremento de la actividad