En el marco del Foro Hiria, se llevó a cabo la primera mesa de debate en la que destacados representantes de la economía social navarra compartieron experiencias, perspectivas y propuestas innovadoras, con el objetivo de reflexionar sobre diversos desafíos contemporáneos como la desigualdad, el desempleo y el cambio climático con una visión más humana y equitativa.
La economía social es un pilar fundamental en la construcción de una sociedad más justa, inclusiva y sostenible. En Navarra, hemos sido testigos de cómo las cooperativas, asociaciones, fundaciones y otras entidades de la economía social han contribuido de manera significativa al desarrollo económico y al bienestar social de nuestra comunidad.
La economía social no solo se enfoca en el beneficio económico, sino que pone en el centro a las personas, la solidaridad y el compromiso con el entorno.
Hoy, más que nunca, la sociedad necesita modelos económicos que prioricen el bienestar colectivo sobre el beneficio individual. La economía social nos ofrece ese camino. Nos muestra que es posible tener éxito sin dejar a nadie atrás, y que la prosperidad puede y debe ser compartida.
La mesa, moderada por Iñaki Mendioroz, contó con representantes de las seis familias que conforman CEPES Navarra. Los ponentes invitados fueron María Jesús Álvarez, junta directiva de ANEL; Margarita Sánchez, presidenta de CEISNA; Susana Villanueva, presidenta de Fundaciones; Edurne Arzelus, junta directiva de REAS; Eva Aoiz, directora gerente de UCAN; y Ainhoa Zabalza, presidenta de EINA.
El inicio de la mesa sirvió para conocer las características de cada familia y su respectiva aportación a la economía social, teniendo en cuenta la elaboración del III Plan Integral de Economía Social y sus propuestas. En conjunto, expresaron la necesidad de fortalecer la colaboración entre familias y promover un emprendimiento inclusivo y sostenible. Además, coincidieron en destacar que el Plan ofrece la oportunidad de “consolidar la cohesión social y territorial a través de medidas concretas que benefician a toda la ciudadanía”.
Motor de inclusión y sostenibilidad
Durante la celebración del encuentro, cada una de las seis participantes aportaron sus propias experiencias en el ámbito de la economía social.
Ainhoa Zabalza, presidenta de EINA, inició el diálogo destacando el papel fundamental de los planes integrales en el crecimiento de las empresas de inserción . “Somos el puente de tránsito para las personas en exclusión. El impacto que generamos mejora la sociedad y el mercado laboral”, afirmó Zabalza.
Además, anunció el lanzamiento del nuevo proyecto Kolaboratu, financiado por Fundación La Caixa y con el apoyo de la DGEST, y que se ha diseñado para fomentar la colaboración y las alianzas entre las familias de la economía social, “con el objetivo de identificar sinergias y potenciar su impacto en la comunidad”. Zabalza subrayó, asimismo, la importancia de seguir sensibilizando y “conseguir que las administraciones crean en el trabajo realizado por estas empresas”.
Margarita Sánchez, presidenta de CEISNA, abordó la capacidad de adaptación e innovación de los centros especiales de empleo para responder a las necesidades cambiantes tanto de las empresas como de la sociedad. “Ponemos a la persona en el centro. La empresa está cambiando y la variedad de servicios que los centros de empleo ofrecemos puede atender estas necesidades”, explicó. También, resaltó las dificultades que enfrentan las áreas fuera de Pamplona y Comarca para acceder a la administración del Gobierno de Navarra, subrayando “la necesidad de avanzar en la normativa para garantizar un desarrollo más equilibrado y equitativo en toda la región”.
En línea con la importancia del emprendimiento, María Jesús Álvarez, de la junta directiva de ANEL, prosiguió el diálogo destacando las ventajas del modelo de microcooperativas, facilitado por los recientes cambios legislativos. “Quiero poner en valor el acompañamiento en todo el proceso de creación, desde el plan de viabilidad hasta el análisis de riesgos”, afirmó Álvarez. Este modelo, explicó, “es muy sencillo y permite a las empresas seguir aprendiendo y creciendo según las exigencias del mercado con muy pocos riesgos, proporcionando seguridad a los emprendedores.” Álvarez subrayó, a su vez, que desde ANEL tienen como propósito “conseguir socios, personas que aporten su visión y contribuyan a la innovación y a la creación de un empleo digno”.
Por su parte, Susana Villanueva, presidenta de Fundaciones de Navarra, aportó una perspectiva estratégica al resaltar la importancia de la colaboración entre empresas y fundaciones para crear un futuro más solidario y sostenible. “El impacto de esta cooperación es doblemente positivo. Por un lado, mejora la vida de las personas, especialmente las más vulnerables, y, por otro, la reputación de las empresas”, señaló Villanueva.
En este contexto, puntualizó que "si los empleados participan en las RSC, estos se sienten integrados en la empresa y acaban siendo embajadores de la marca y prescriptores de la compañía. Es un valor que no hay que desperdiciar”. Asimismo, enfatizó que la comunicación estratégica es crucial para influir en la ciudadanía y mejorar la vida de las fundaciones, subrayando que “estas colaboraciones tienen un liderazgo inspirador como agentes del cambio social”.
Edurne Arzelus, de la junta directiva de REAS Navarra, destacó la importancia de la auditoría social como herramienta para medir y promover prácticas empresariales éticas y sostenibles. Basado en los seis principios del modelo de economía solidaria: equidad, compromiso con el entorno, trabajo digno, sostenibilidad ecológica y reparto justo de la riqueza, “la auditoría social proporciona datos cuantitativos clave que ayudan a las organizaciones a mejorar continuamente”.
Según datos extraídos de estas auditorias de REAS Navarra, el 62% de los puestos de responsabilidad son ocupados por mujeres, el 92% de las empresas utiliza lenguaje no sexista y el 58% tiene medidas de conciliación por encima de las que marca la ley, “lo que refleja un fuerte compromiso con la equidad de género y la conciliación laboral”.
Finalmente, Eva Aoiz, directora gerente de UCAN, cerró el ciclo de intervenciones destacando la evolución y adaptación del tercer Plan Integral de Economía Social a los nuevos desafíos y oportunidades. “La agricultura realiza una labor sostenible por su arraigo al territorio y al producto”, afirmó Aoiz, subrayando que este nuevo plan se centra en promover prácticas agrícolas sostenibles y fortalecer la identidad territorial de Navarra.
Además, Aoiz hizo hincapié en la importancia de la innovación y la formación continua para garantizar la competitividad y el crecimiento sostenible del sector agrícola, lo que muestra un claro compromiso con el desarrollo rural y la equidad territorial.
