El partido de vuelta entre el Ribafrecha riojano y el Cintruénigo FS se tuvo que detener a falta de 7 minutos para su conclusión, cuando el marcador reflejaba una igualada a 4 goles en el mismo, por altercados producidos por parte de la hinchada local, que llegó a proferir insultos racistas a dos jugadores marroquíes del cuadro navarro, uno de los motivos por los que el partido tuvo que suspenderse.

Desde la entidad navarra aseguran que en la ida también hubo algún cruce de palabras pero "sin ir a mayores" y que, a pesar del buen ambiente que se vivió en los prolegómenos al inicio del duelo, éste se enrareció con el paso de los minutos por parte del sector radical del cuadro riojano, que fumando y bebiendo, comenzó a tomarla con la pequeña expedición desplazada de Navarra, formada por las familias de los jugadores, que estaban situada debajo en el pabellón.

"La afición radical estuvo animando a los suyos e insultando a nuestras familias. Llegó un momento en el que lanzaron bebida a nuestros aficionados, que teníamos hasta niños pequeños", añaden. En ese momento tuvo que hacer acto de presencia la Guardia Civil que "antes del partido no estaba" y "se metió de por medio". El partido se detuvo y los jugadores del Cintruénigo FS fueron "a ver cómo estaban nuestras familias. Un directivo nos dijo que nos fuéramos, que la Guardia Civil nos escoltaba para salir del pabellón".

Pero el altercado no quedó ahí. Dos jugadores del Cintruénigo FS de origen marroquí fueron objeto de los insultos de índole racista proferidos de parte de esa sección de la grada. "Fue sobrado", califican desde la entidad. Desde el club admiten haber recibido "agresiones y nos apedrearon algunos coches" y que "tenemos puestas denuncias por parte de nuestros aficionados". Ahora, la entidad sigue los pasos que le marca la Federación Navarra de Fútbol, porque desconocen qué desenlace puede tener el partido.