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Penalti no es sinónimo de gol

Los porteros de Osasuna B ya han parado cuatro penaltis en las nueve jornadas que se han disputado de Liga. Natxo Zábal detuvo el último en el minuto 94 del partido del domingo.

Penalti no es sinónimo de golFoto: mikel saiz

Cruzado el primer cuarto de la Liga, Osasuna Promesas se sitúa en una cómoda novena posición, con partidos para todos los gustos. Ha sido capaz de sacar lo mejor de sí mismo, de hacerlo fácil, de sufrir y de cometer errores que le han costado puntos. Todo lo que caracteriza a un filial.

Pero si hay un dato que llama la atención, es que en nueve partidos a Osasuna le han señalado cinco penaltis en contra. Y lo mejor. El filial ha sido capaz de dar la vuelta a este dato. De todos los lanzamientos, cuatro han sido detenidos por los guardametas. Tres los paró Andrés Fernández, el guardameta que sólo va convocado cuando alguno de los compañeros del filial está lesionado. Uno en la segunda jornada, ante el filial del Athletic, y otros dos en Sestao, en lo que supuso la primera victoria del equipo esta temporada. Era el cuarto partido.

Natxo Zábal recuperó la titularidad hace dos jornadas. Y el domingo le tocó brillar con luz propia. Un ajustado 1-0 en el marcador, minuto 94 y penalti en contra. Parar el lanzamiento y pitar el final. Dio dos puntos a su equipo.

Dicen que para un portero detener una pena máxima es mucho más que para un delantero anotar un gol. Natxo Zábal (14-2-1987) así lo ratifica. "A todos nos gusta hacerlo bien en un partido y tener regularidad. Pero si, además, es una jugada tan decisiva, trasciende mucho más". No oculta los nervios. "Ya se había cumplido el tiempo y cuando vi que el árbitro señalaba penalti sí que pensé en que era la jugada que decidía el partido y noté algo de nervios". No tenía referencias del lanzador, así que todo fue intuición. "Vi claro que iba a lanzar hacia ese lado, me tiré y lo paré. Respiré profundo y enseguida llegó la piña de todo el equipo, porque fue el final del partido". No quiere ni oír hablar de que salvó dos puntos. "Aquí los tres puntos los ganamos entre todos, que bastante trabajo nos cuesta, aunque algún día unos destaquemos más que otros". Y la acción hacía justicia a un buen encuentro del equipo. "Habíamos hecho un partido bueno y merecimos ganar con más goles de diferencia, pero nos está costando reflejar la superioridad en el marcador".

Lo de sufrir ya lo lleva dentro, porque sabe que en esta categoría no hay un partido para la tranquilidad. Pero hay otro asunto que le molesta más. No encuentra explicación a la media docena de penaltis que han señalado en contra del conjunto navarro en sólo nueve jornadas. Ninguno a favor. "A un filial es más fácil señalarle penaltis en contra que a otro equipo del grupo. No debería ser así, pero al menos los estamos solventando bien".

Natxo Zábal quiere que ésta sea su temporada. El club ha depositado la confianza en él, dejando paso libre a los porteros del filial y delimitando las aportaciones de Andrés Martínez al primer equipo, junto a Ricardo y Roberto. "Valoro mucho la confianza que me han dado y lo intentaré devolver con esfuerzo y tratando de hacer bien las cosas. Siempre estaré agradecido por esta oportunidad que se me abre".

De momento se ha perdido cuatro partidos por una luxación en un dedo de la mano, pero espera que las lesiones le respeten y pueda tener continuidad. "La lesión de la espalda ya la tengo olvidada y ahora trabajaré para intentar hacer las cosas bien".

No pasa inadvertido en el área. Es un portero de altura -mide 1,94 metros- y en los balones aéreos no tiene rival. "Me viene bien ser alto en las salidas y me da mucha confianza en los balones que llegar por arriba". Si a esto añadimos, que tiene agilidad y cualidad que le permiten desenvolverse bien por bajo, el futuro es suyo. "Yo tengo mucha ilusión y trabajo cada día para mejorar y que las cosas me salgan. Siempre viene bien coger confianza con penaltis así, pero hay que luchar para hacerse con un puesto cada semana".