Cinco años de edad separan a Enrique Castro Quini y a Jesús María Satrústegui. El mismo margen de tiempo entre el debut de uno (1968 el asturiano con el Sporting en Segunda) y el del otro (1973 el navarro con la Real en Primera). Es posible que ya por entonces el canterano del CD Pamplona observara con detenimiento los movimientos del Brujo en el área y su habilidad para el remate en todo tipo de posturas. Si no ocurrió así, fue una cuestión labrada con los años. El caso es que a Satrus, cuando le interrogan por los delanteros que le han inspirado cita a cuatro: el alemán Gerd Müller, el madridista Santillana, Johan Cruyff y... Quini.
Fruto de la casualidad o de los caprichos del destino, el fútbol quiso que esos cinco años de diferencia no resultaran un obstáculo que permitiera a Satrústegui y Quini compartir más momentos de los que posiblemente hoy ellos puedan enumerar. Para eso están los archivos... y las páginas especializadas en internet. Unas referencias y otras coinciden en señalar el 16 de noviembre de 1975 como el punto inicial del cruce de sus caminos. En esa fecha, cuatro días antes de que la historia de España cerrara un largo y tenebroso capítulo, la España futbolística (metida en un callejón sin salida tras el título de 1964) tenía cuentas que resolver en Rumanía. Las dos selecciones habían quedado encuadradas en el mismo grupo y un punto clasificaba a España para la eliminatoria de cuartos de final de la Euro de 1976. Y eso es lo que pasó (2-2), después de que la selección no supiera defender una ventaja de 0-2.
Pero, para lo que nos ocupa, lo relevante de aquel encuentro ocurrió en el minuto 88 cuando Ladislao Kubala decidió retirar a Quini y hacer debutar al joven Satrústegui (21 años). Ese cruce de manos en la banda estaba cargado de más sentido del que en principio pudiera dar a entender. Ese momento de la alternativa, además, escondía detrás otra intrahistoria, otra casualidad. El delantero pamplonés venía de Suiza de jugar con una selección de las categorías inferiores; dirigentes de la federación le localizaron en la terminal del aeropuerto y tuvo que saltar de un avión a otro para desplazarse a Rumanía para cubrir la baja de un lesionado de última hora. Cosa de brujas.
La eliminatoria de cuartos emparejó a continuación a España con Alemania, campeona del Mundo en vigor desde 1974. En la ida, el 24 de abril de 1976, en el Calderón, el envite finalizó con empate a un gol. Marcó Santillana, uno de los referentes de Satrus. Müller no jugó porque ya había renunciado a la selección germana. En el minuto 81, Quini se fue y entró el pamplonés, que no participaría de la derrota (2-0) y posterior eliminación en la vuelta.
gol en eire En la siguiente oportunidad que ambos coincidieron (en febrero de 1977) en la selección, las cosas habían cambiado, sobre todo porque Satrus había ganado galones de goleador en la liga. Fue con motivo de un amistoso en Dublin contra Eire (0-1) cuando Kubala hizo un hueco a los dos delanteros en el equipo titular. El gol de la victoria, el primero de los ocho que consiguió para la selección, llevó la firma del pamplonés.
El seleccionador repitió la fórmula con la pareja de nueves en la fase final de la Eurocopa de 1980, en Italia, en los dos primeros encuentros de la fase de grupos. En el debut, ante la anfitriona, hubo empate a cero; en el segundo encuentro, ante Bélgica, España perdió 2-1 y marcó Quini. Buscando revulsivos para el decisivo encuentro contra Inglaterra, Kubala no contó ni con Satrus ni con Quini: una derrota por 1-2 sentenció al seleccionador, que puso punto final a una etapa de claroscuros.
Esa relación entre los dos delanteros escribió algunos capítulos más, ninguno de Eurocopa porque el fracaso de la selección en el Mundial de España de 1982 terminó con la presencia de ambos en la selección. Pero antes de que eso ocurriera, de que compartieran concentración y el sonado descalabro de aquel 0-1 ante la Irlanda del Norte de Armstrong y el joven Whiteside en el Mundial de Naranjito, antes de aquello hubo un suceso que cruzó sus destinos, aunque esta vez fuera en la distancia.
secuestro de quini Tres hombres en paro (no eran delincuentes habituales) secuestraron el 1 de marzo de 1981 a Quini cuando regresaba a su domicilio en Barcelona después de jugar un partido. La cifra del rescate se cifró en 350 millones de pesetas (unos 2,1 millones de euros). Pese a la convulsión que provocó el suceso, la liga siguió fiel a su calendario y también los partidos de la selección. El 25 de marzo estaba concertado un amistoso en Wembley contra Inglaterra. Aquella noche, las conexiones entre el madridista Juanito y los realistas Zamora y Satrústegui propiciaron un triunfo que, por ser el primero en aquel escenario, fue calificado de histórico. El navarro marcó el primer gol y se fajó toda la noche con los poderosos centrales Osman y Butcher.
La segunda noticia saltó al final del partido, cuando los jugadores fueron informados de la liberación de Quini en Zaragoza. Luego, todavía coincidirían en otros cuatro partidos pero, pese a los caprichos del destino, se despidieron de la selección sin hacer gol juntos.
Nombre
Jesús María Satrústegui Azpíroz.
Lugar y fecha de nacimiento
Pamplona, 12 de enero de 1954.
Debut con la selección
Rumanía, 2- España, 2 (16 de noviembre de 1975. Fase de clasificación de la Eurocopa de 1976).
Partidos internacional
32 (8 goles).