Buen punto del Izarra en Las Llanas
tablas el conjunto navarro empata ante un siempre complicado sestao river
SESTAO RIVER Javier Rabanillo, Álvaro Mateo, Ander Blanco (Elorza, m.81), Aritz Huete, Aitor Villar, Gorka Garai (Juste, m.71), Pepe Blanco (Goti, m.60), Jaime Zumalakarregi, Gaizka Martínez, Aritz Pascual (Ibra, m.71) y Unai Buján (Baqué, m.60).
IZARRA Kudakovskiy; Eneko (Óscar Loza, m.60), Cabrera, Sagües, Laborda, Zaldua, Marcen, Sergio (Fernando Rubio, m.83), Endika (Ramos, m.44), Cobo y Iñaki Alonso (Cordovin, m.88).
Árbitro Carbajales Gómez, del colegio asturiano. Amonestó a los locales Jaime Zumalakarregi y Elorza; y a los visitantes Endika y Cobo. Roja a Ramos (80’).
Estadio Las Llanas. Unos 700 espectadores.
- El Sestao se tuvo que confirmar con un punto ante un Izarra que acabó jugando con diez jugadores. Fue un partido con ocasiones, para ambos conjuntos, aunque se impusieron las defensas. El peso del partido lo llevó el equipo local, pero eso no se tradujo en el marcador.
El partido empezó con dominio local. Los vascos quisieron el balón y buscaron con mucha más intensidad la portería rival. Sin embargo, gracias a la buena disposición navarra sobre el campo el enfrentamiento tuvo unos inicios muy igualados, sin ocasiones claras de gol.
A los 18 minutos, llegó la primera ocasión visitante cuando un balón robado por Iñaki Alonso acabó con una asistencia a Sergio, pero no llegó a rematarlo. Los minutos se fueron consumiendo sin que el Sestao pusiera en serios apuros al guardameta Kudakovskiy. Antes de la media hora, el meta tuvo que intervenir en un disparo desde fuera del área. Y en la recta final del partido, Laborda estuvo de dar un serio disgusto a los locales, pero su disparo fue tapado por un defensa.
Tras el paso por los vestuarios, el Sestao incrementó su presencia en el área visitante. Su mayor ambición no correspondió con opciones de gol. La defensa navarra, muy bien colocada, no daba margen a los atacantes vascos. El Izarra tampoco era capaz de poner en aprietos a Rabanillo. David Acaz empezó a mover el banquillo como su homólogo Aitor Calle. El objetivo de ambos técnico era cambiar la dinámica del enfrentamiento que había entrado en una situación de monotonía.
En el minuto 72, el Izarra tuvo su mejor oportunidad cuando Cabrera intentó sorprender a un adelantado Javier Rabanillo, que estuvo a punto de ver como la pelota se colaba en su portería en un disparo desde casi el medio del campo. A los locales se les complicó el partido con la expulsión de Ramos.
El Sestao, en inferioridad numérica, tuvo que nadar contra corriente. A pesar de ello, el equipo visitante no supo explotar esta circunstancia y se conformó con el punto. Así, los locales dominaron el último tramo del partido con cierta placidez y nunca renunciaron al gol. Pero no lo consiguieron.