- Pese a las altas temperaturas que se registraron ayer en Pamplona, fueron unos cuantos los socios que se acercaron hasta las oficinas del club, sitas en El Sadar, para renovar sus tarjetas de abonados en la apertura del plazo para hacerlo de manera presencial, formando en algunos momentos colas de hasta 30 personas y esperas de aproximadamente media hora.

La subida del precio de los abonos con respecto a la temporada pasada (que con la inclusión del Día de Ayuda al club supera ampliamente en todas las edades una media del 10 % y en algunos casos hasta el 20 %) y la letra pequeña de la campaña de renovación (el abono no incluye los partidos del Promesas ni del Femenino -tampoco los de Copa- y para beneficiarse de algunos descuentos será necesario asistir -o ceder el abono- a un mínimo de 15 partidos), que han recibido severas críticas en las redes sociales, no han sido óbices para que en los tres primeros días se hayan producido casi 3.000 renovaciones. Y es que Osasuna quiere mantener una masa social que el pasado curso rozó las 21.000 personas para un estadio con capacidad para 23.576.