El 30 de junio, el portero Álvaro González Crespo, conocido en el mundo del fútbol como Gonzi (Pamplona, 04/06/1998), terminó su contrato con el Nástic de Tarragona, equipo que alcanzó la temporada pasada el play off de ascenso a Segunda División y que se quedó a las puertas de lograrlo. El guardameta apenas disputó cinco partidos –cuatro de liga y uno de Copa del Rey– y para esta nueva campaña buscaba un nuevo reto en el que tuviese más protagonismo. Pese a que le llegaron ofertas de Primera RFEF, Segunda RFEF, e incluso del extranjero, ninguna acababa de convencerle, hasta que hace una semana, le llegó una propuesta del Ardoi. El conjunto de Zizur había sufrido la baja de su portero Julen Itxaso, lesionado en la Copa RFEF, para toda la temporada. Ante este imprevisto de última hora llamaron a Gonzi. El navarro tuvo su estreno en El Pinar este fin de semana, siendo el hombre del partido tras atajar un penalti en el minuto 83 y dejar la portería a cero para que el Ardoi lograra la primera victoria del curso.

Su primer partido con el Ardoi y superado con buena nota al lograr la victoria.

–Todo fue sobre ruedas. El equipo ganó en el 92, con el subidón que eso conlleva. Además, se juntó que eran fiestas en Zizur y que venían de una derrota abultada, así que todo muy bien. También era el primer partido en casa después de estar el año pasado en Segunda RFEF, así que muy contento por el equipo.

Tuvo dos buenas intervenciones con una gran parada de falta y un penalti atajado.

–Llevaba tiempo jugando poco y venía de un club donde tenía competencia de nombre. El año pasado mi compañero hizo una muy buena temporada y jugué poco. Estoy muy contento por volver a jugar, sentirme feliz y ayudar al equipo, que para eso estamos.

¿Qué se le pasó por la cabeza en el penalti para quedarse en el centro?

–Para fallar un penalti hay que tirarlo, eso por supuesto. En este caso, hay que tener un poco de narices para que en el minuto 83 te lancen un penalti y quedarse en medio (ríe). Me dio la sensación y dije, “lo va a tirar al medio, me voy a quedar y dios dirá”. Por suerte salió bien.

¿Cómo han sido los primeros días como jugador del Ardoi?

–Muy bien, hasta ahora estaba entrenando en el Burladés porque está mi primo como ayudante de Rodri (Fernández de Barrena) y me facilitaron estar ahí. Me encontraba muy a gusto y justo se dio la situación del Ardoi que, por desgracia, Julen se lesionó y necesitaban a alguien que les ayudase y me contactaron. Acabó el mercado de fichajes, vine aquí y estoy muy contento. Tienen un equipazo y ojalá podamos estar ahí arriba.

Se puede pensar que el Ardoi tiene la ‘obligación’ de ascender. ¿La plantilla tiene ese objetivo en mente o prefiere ir partido a partido?

–Siendo conscientes de la situación, el Ardoi en los últimos años está haciendo las cosas muy bien. Si no me equivoco es de los clubes que más fichas tiene en España. El equipo es para estar arriba, otra cosa es el partido a partido y ya se irá viendo, pero siendo realistas de que hay posibilidades. 

“El Ardoi, en los últimos años, está haciendo las cosas muy bien, siendo realistas el equipo es para estar en la parte de arriba”

Álvaro González 'Gonzi' - Portero del Ardoi

Es una categoría complicada para el ascenso tanto por el nivel de equipos como por el formato. 

–Está la Peña Sport, el Itaroa Huarte que tiene un gran equipo, el otro día también lo demostró el Cantolagua... Hay equipos de nivel. La dificultad reside en el formato del play off. Está muy bien si quedas primero porque asciendes directo, pero el resto tiene cuatro partidos. Al final, se hace largo, compites contra los de aquí, luego contra equipos de otras provincias y es más difícil.

Regresa a Navarra tras dejar Osasuna Promesas en la temporada 2017/2018. ¿Tenía ganas de volver a jugar en casa?

–Finalicé en Tarragona contrato y no renové. Estuve esperando cosas, valorando opciones tanto de Primera RFEF y Segunda RFEF, como del extranjero, pero ninguna se llegó a concretar en el punto que a mí me hubiese gustado. No se llegó a un acuerdo en ninguno de los casos y decidí fichar por el Ardoi porque necesitaban portero y yo necesitaba también volver a jugar y estar activo.

La temporada anterior jugó para el Nástic, un equipo muy potente que se quedó a las puertas de Segunda División.

–Sí, por desgracia ahí nos quedamos. Perdimos la final contra el Villarreal B, que mira el año que está haciendo en Segunda. Es otra experiencia, otro tipo de club, más profesional digamos, pero el Ardoi hace las cosas muy bien y no tiene que envidiar a nadie.

Ese no ascenso fue algo muy sonado por las quejas de tener que ir a jugar el play-off a Galicia y la falta de organización.

–Fue un poco caótico, pero como el inicio de la Primera Federación, fue todo sobre la marcha. La Primera Federación tiene un potencial increíble. Hay equipos con mucho peso de afición por detrás como el Córdoba, el Nástic, el Depor o el Numancia, equipos históricos. El play off fue un poco, así también, caótico. Nos enteramos de la sede una semana antes, anduvieron con cambios por tema de entradas y aforos... Quinta (Álex Quintanilla, jugador del Nástic, publicó una serie de tweets en las que mostraba su malestar) tenía el tweet preparado de hace tiempo, a medio redactar y se juntó con que la derrota dolió y más de aquella manera.

¿A qué se debe estar a punto de llegar al fútbol profesional y preferir volver a Navarra a jugar en Tercera?

–No todo es el dinero. Hay otras cosas y factores por detrás. Temas familiares, emocionales y al final somos humanos, personas de carne y hueso y hay factores que influyen. En este caso, no se dieron las cosas como se tenían que dar en las opciones que más nos gustaban, tanto a mí como a mi pareja no acabaron de concretarse. Al igual que estaba yo sin equipo, había otros cien compañeros de igual nivel o más. Estoy contento por venir a casa, estar con la familia y jugar en el Ardoi, un gran equipo y ojalá pueda ayudar el máximo tiempo al equipo y nos beneficiemos a todos.

Ha tenido la suficiente tranquilidad para tomar la decisión que le parecía más correcta.

–Yo era consciente de todo en todo momento. Era consciente de que no se acababa el mundo si no firmaba en cualquier sitio. Ahora toca estar en casa, ayudar al equipo en lo máximo posible y mantenerme preparado para lo que tenga que llegar.