Reapareció en Nochevieja, pero ya estaba como una moto…

Sí, yo paro el 8 de octubre. Ya sin Mundial en mente, nos sentamos e hicimos un plan específico teniendo en cuenta que el equipo tenía vacaciones y volvía el 2 de diciembre. Pensé no voy a meterme a trabajar desde el primer día con el equipo después de haberme pasado otros dos meses parado yo solo entrenando. Continué ejercitándome un par de semanas en solitario y volví a la dinámica a mediados de diciembre en vísperas de un partido de Copa que sabía que no iba a jugar. Y el 31 dependiendo de las sensaciones que tuviese y lo que pensara Imanol decidiríamos. Se tomó la decisión de que entrara.

Menudo momentazo.

Sí, después de tanto tiempo fuera y teniendo la posibilidad de que toda mi familia y todos mis amigos, que no son pocos y más gente estuviera en el partido…

¿Lo ha visto muchas veces?

No, lo vi ese día repetido y ya está.

Es increíble, no le impresiona nada su propia carrera.

Cuando estás aquí estás pensando siempre en lo siguiente. En el fin de semana a ver si juego, en si tengo que hacer alguna cosa más para estar listo el sábado... Eso funciona así para todos.

Antes del derbi muchos pensaban: imagina ganar con un gol de Oyarzabal…

Ese momento fue más emocionante que el de la reaparición. Es cierto que fue como un reencuentro con la gente y conmigo mismo, pero el poder vivir una celebración con la afición encima el día y el partido que eran, siempre especiales, resultó más emocionante.

Le echaba de menos el escudo...

Y yo, y también la sensación en general de marcar y festejar.

Dio la sensación de no querer volver a su campo, como que quería permanecer disfrutando de la algarabía de la gente.

Tuve la suerte de que cuatro de mis amigos estaban ahí atrás y les vi perfectamente porque suelen ponerse más o menos en el mismo sitio. Poder vivir a diez metros ese momento con ellos a pesar de toda la distancia que hay también es bonito.

¿Qué le queda para ser el Oyarzabal de antes?

Me queda. No es fácil volver y te das cuenta cuando llevas tres meses aquí metido con posibilidad de jugar de inicio algunos partidos, luego vuelves a salir, vuelves a jugar… Cuesta, cuesta mucho. Al final volver a tener las mismas sensaciones de campo otra vez es muy complicado, porque no son decisiones de segundos, si no de milésimas. Me está costando volver a tener ese feeling. No voy a engañar. Soy el primero que quiere estar y quiere volver y que quiero estar como antes otra vez. Sabiendo lo que hay voy a seguir peleando y trabajando y creo que eso llegará.

¿Le frustra mucho?

Bueno, tienes días. Hay días que te gustas más y hay días que te gustas menos, y otros que tienes una sensaciones y otros que percibes otras. Pero bueno, sabiendo que quiero estar no me voy a castigar y no me voy a pegar con una fusta en la espalda porque retrocedo en el tiempo y miro como estaba hace seis meses y valoro lo que estoy haciendo y cómo estoy ahora.

“Volver a tener las mismas sensaciones en el campo es complicado, porque no son decisiones de segundos, es cuestión de milésimas”

¿Hay más ansiedad fuera por volver a ver el mejor Mikel o en el propio Mikel?

Las dos. Fuera se critica y se habla, y eso se sabe que es así. Pero al final el que más se pega a uno mismo y el que es más duro con uno mismo soy yo. Quiero estar otra vez, quiero tener la sensación de estar bien. Eso se tiene o no se tiene, no se puede entrenar. Yo voy a seguir luchando para recuperarla.

¿Qué le dice Imanol que casi se disculpa cada vez que le sienta?

Pero es lógico. Si no estoy del todo bien y hay compañeros que están mejor, pues lo pondrá. Si considera que yo puedo ofrecerle más soluciones en un partido, yo estoy aquí para eso. Me siento agradecido, me ha ayudado mucho en el proceso. Es gente que está ahí, que se encuentra encima de ti en todo momento y ya está.

¿Le ha escocido alguna suplencia especialmente?

Todo el mundo quiere jugar y no sería bueno que una persona que no juega de inicio no le importara. Es importante que te duela que no juegues de salida, pero son momentos dela charla y luego tienes que ayudar y estar disponible en el banquillo por si sucede cualquier cosa. Muchas veces se ayuda mucho desde el banco también.

¿Sabe cuantos partidos ha jugado?

290.

Le quedan diez para los 300. Esta campaña ya lleva 18, con nueve titularidades solo desde el 31 de diciembre… Dos goles, pero ocho partidos sin marcar. Conociéndole le da más vueltas a esto último…

Sí, ha pasado un tiempo ya que no he visto puerta. A los de arriba nos gusta hacer goles. Lo importante es que tengas opciones, aunque no las metas. Pero también es cuando más duele, claro.

¿Habla con otras personas que ha tenido la lesión?

No, más bien con los readaptadores, fisioterapeutas, médicos… Al final son los que saben si tienes una sensación de esto o de o otro, de qué hacer o no. Y del trabajo que tienes que hacer dentro o fuera del gimnasio.

¿Es consciente de que son muchos los futbolistas que tras volver de su lesión a mitad de curso no han vuelto de verdad hasta la siguiente?

El doctor que me operó, Mikel Sánchez, me dijo que en su día: a los ocho meses vas a estar para volver a competir y entrenar normal pero para vas a estar dos años recuperándote de la rodilla. Es una lesión que no es de un mes o de una rotura y me olvido. Eso lo sabe todo el mundo que ha pasado por esto, y los readaptadores y médicos.

Se lesionó en un 4-3-3 y ahora el equipo juega 4-4-2, ¿está cómodo?

El equipo está jugando 4-4-2 porque ha logrado resultados. Igual que el año pasado a finales y este a principios. Yo me veo de segundo delantero o de mediapunta o lo que me pida Imanol. La mayoría de los jugadores pueden actuar en varias posiciones y luego se trata de adaptarte tú mismo a ellas.

Si le dan a elegir, qué prefiere o necesita, un momentazo como marcar para vencer en San Mamés o una regularidad de varios partidos.

Yo lo que necesito es volver a ser el de antes. Meter goles te da un plus en ese momento. Yo por ejemplo en el partido que jugué contra el Espanyol tuve muy buenas sensaciones con todo desde el inicio y no marqué. Dí una asistencia a Sorloth. Entrenando lo mismo, le doy mucha más importancia a hacer seis ejercicios y completar muy bien cinco que ser el mejor en uno y estar fatal en los demás.

En Bilbao tenemos una cuenta pendiente con ese 4-0…

A nadie le gusta perder. Ellos ahora están muy tristes pero le darán la vuelta a lo de Osasuna. Ya sabemos lo que nos espera allí, aunque primero nos toca Getafe.

“El fútbol da muchas vueltas y para ser un one club man tienes que querer estar, pero también tienen que querer que estés: es cosa de dos”

Algún patoso de su afición le faltaba al respeto, pero la gran mayoría le ha mostrado mucho respeto y cariño por su lesión.

Sí, yo ya lo dije. Al margen de los cuatro energúmenos, por hablar mal, que hay en todos lados, desde que me lesioné siempre he destacado el cariño que he recibido fuera y que no me lo esperaba. Es de mucho agradecer que tanta gente se acuerde y tenga ese minuto para mandar un mensaje.

¿Para renovar esperó sentirse uno más en el equipo?

No, empezamos a hablar justo antes de lesionarme, me rompí y como es lógico dejamos de conversar. Vino gente, llegó el verano, había otras renovaciones que acababan antes que yo o igual, y a medida que comencé a entrenar, retomamos las conversaciones. No fue una premisa ni por mi parte, ni por la de ellos. Fue algo que se llevó de forma natural.

Ya ni le preguntamos por ofertas ni por una posible salida. No tiene más remedio que ser one club man.

El fútbol da muchas vueltas y para estar en un sitio tienes que querer estar pero te tienen que querer también. Es una cosa de dos. Ahora mismo yo estoy muy contento, imagino que ellos también, porque de lo contrario no me habrían renovado.

¿Un líder nace o se hace? Usted cumple las dos.

Sí, obviamente se aprende. Uno puede tener unas cualidades, pero también se aprende a medida que se va a avanzando en la vida.

Remiro comentaba el otro día que no cree que el proyecto cambie mucho el año que viene y que eso ayudará a mejorar. ¿Lo hablan entre ustedes?

Creo que no se habla, pero se siente así. Es algo que se ve entrenando o dentro del vestuario.

A Zubimendi le estarán marcando de cerca…

Martin lo tiene claro y muchas veces se sacan cosas de contexto. Se le fuerza a hablar a la gente y luego se le sacan cosas de contexto. Tenemos la suerte de ser muy guipuzcoanos…

¿Cómo vivió ese aparente acoso en la selección?

A mí me da rabia, porque muchas veces la gente se puede llegar a aprovechar de ti. Ya sabemos cómo es Martin y no tenemos que darle más vueltas que esas. Si tú a un jugador le preguntas y le insistes, te tiene que responder. Si no, llegará un día en el que te va a decir, pues no, no te contesto y ya está.

¿Qué objetivos se marca?

Yo quiero seguir recuperando sensaciones, seguir encontrándome bien, que la rodilla me siga respondiendo que al final es importante; que no me acuerde de ella ni tenga que estar pendiente y que el equipo acabe lo más arriba posible. Si a falta de tres jornadas estamos luchando por Champions, que nos clasifiquemos.

¿Lo mejor está por llegar?

Lo repetimos muchas veces, pero creo que es así. Cada año se hacen las cosas mejor, es muy complicado superar lo que estamos haciendo, aunque en Europa y en la Copa siempre se puede aspirar a un poco más, pero también estás condicionado por el sorteo que te toque. Tenemos la suerte de que el equipo pelea siempre y compite para ganar. Luego estaremos más o menos acertado, pero no es un problema como el que teníamos antes en los que no estábamos a la altura en algunos partidos. Luego si el balón entra, mejor, pero lo más importante es que en todos tengas opciones de ganar como las estamos teniendo.