Creíamos que no, pero empezamos a sospechar que Javier Tebas es un negacionista del cambio climático. O un sádico. A elegir. Solo así se puede entender que el Sevilla-Valencia de mañana se haya aplazado media hora, de 21.30 a 22.00, en vez de suspenderse, porque según las previsiones meteorológicas se va a empezar a jugar ¡a 37 grados centígrados! Que es lo que pasa cuando se decide empezar la Liga un 11 de agosto –récord histórico de precocidad– con partidos en Andalucía (el Almería-Rayo de mañana a las 19.30 será a unos también estupendos 30 grados). Que sí, que no hay más fechas disponibles. Que sí, que el público quiere ya fútbol de verdad. Que sí, que esto es un negocio y el que paga manda. Pero un día va a pasar algo terrible y todos estos desalmados negarán su responsabilidad y simularán sorprenderse de que un futbolista se muera de un golpe de calor. Y la Asociación de Futbolistas, en Babia.