"Siempre recordaré la unión de todos los vecinos de Zirauki en torno al fútbol"

Zirauki no olvidará jamás este 2023. Y su alcalde, Pedro Apesteguía, tampoco. El año en el que el equipo de fútbol del pueblo hizo soñar a sus 471 habitantes. El año en el que disputó una eliminatoria histórica de la Copa en Tardienta (Huesca) que, lamentablemente, no superó al perder por 2-1 y que le dejó sin poder enfrentarse a un club de la Primera División. Una eliminatoria que, sin embargo, unió a todo un pueblo en torno al fútbol –cerca de la mitad de la población se desplazó hasta tierras oscenses para animar– y también a una plantilla compuesta mayoritariamente por jugadores de la casa. Unos chavales que lo dieron todo sobre el campo, cuyo esfuerzo fue reconocido por todo Zirauki y por un alcalde –y directivo también– que horas después aún se sentía afectado por la derrota, pero cuyas palabras transmitían mucho orgullo por la gesta alcanzada.

Una experiencia inolvidable, la que han vivido en Zirauki con esta ronda previa de la Copa.

Sí, inolvidable. Fuera de todas las cosas habituales que te pasan en la vida. Estamos aún con el disgustillo, porque pudimos ganar el partido, pero fue algo único. Sobre todo por ver a todos los que se desplazaron hasta allí con una ilusión tremenda. Había mucha gente que no era futbolera para nada, pero se apuntó a la fiesta. Normalmente aquí van al campo para ver los partidos como cien personas y allí en Tardienta conté como unas 240 de Zirauki. Para el pueblo ha sido una experiencia muy bonita y para los jugadores y la directiva, también, aunque no terminase bien. Además, por sacar otra conclusión positiva, quedamos muy bien con ellos, nos echaron muchos piropos y en cuanto al comportamiento de la afición nos dijeron que habíamos estado de diez. Animando todo el rato. Así que, menos por el resultado, todo lo demás bien.

Habla de disgustillo. ¿Cómo está el pueblo y el equipo en el día después? 

Hace un rato me decía una madre que tenía al hijo con un gran disgusto, que no se le pasaba. Bueno, se pasará. La verdad es que fuimos superiores, nos lo reconocieron muchos aficionados del Tardienta también e incluso nos dijeron que teníamos un equipazo. Ha sido una pena el resultado. Pero todo lo que hemos vivido ha sido increíble. Eso de salir a las 9.30 de la mañana el día del partido, parar en un área de servicio todos juntos, vestidos igual, que te preguntasen de dónde eras... Muy bonito todo.

¿Cómo ha sido el ambiente estos días en Zirauki? Sería el monotema en las calles...

Sí, sí. Veías a gente que nunca va al fútbol, a críos y a mayores preguntar por la eliminatoria. Todo el mundo lo ha vivido mucho. Desde el mismo día del sorteo, el 27 de septiembre, todos estaban pendientes del Zirauki, de las posibilidades del equipo, de cómo veíamos al rival... Además, ha tenido mucha repercusión mediática y estamos muy agradecidos por ello.

De haber superado la eliminatoria, la recompensa hubiese sido muy grande: cruzarse con un equipo de Primera División, sin olvidar además la repercusión económica.

El dinero no era lo más importante, pero sin duda nos hubiese venido muy bien. Según la charla que nos dieron en Las Rozas, la primera eliminatoria eran 19.000 euros y, a partir de la segunda, iba subiendo. Todo motivado por los derechos televisivos. Nosotros ya habíamos acordado con Osasuna jugar en Tajonar en caso de pasar de ronda, porque tenía que ser televisado. Esa recompensa económica, para nosotros, es como una tercera parte de nuestro presupuesto. Y hay muchos proyectos para llevar a cabo: no tenemos gradas ni tampoco vestuarios arriba... Disponemos de un campo muy bonito y muy bueno de hierba natural, pero contamos con varias deficiencias.

¿Los jugadores del equipo son del pueblo o alrededores?

Hoy estaba mirando, porque le he dado muchas vueltas al partido. Curiosamente, los de Tardienta no tenían ningún chaval del pueblo en su plantilla, teniendo cerca de mil habitantes. Todos eran de pueblos cercanos. Nosotros, siendo 471, tenemos 15 de 25 jugadores de Zirauki. Eso, creo, no pasa en casi ningún equipo. Algunos de ellos están entre semana en Pamplona, y el finde y el verano vienen aquí. Incluso, siete de la plantilla son de la misma cuadrilla. Y es más. Del equipo titular que jugó en Tardienta, siete eran del pueblo y cuatro más salieron en los cambios. Es algo curiosísimo. El presidente rival me decía que es algo que debemos guardar en la memoria. Y, la verdad, no tiene visos de cambiar mucho. De los ocho años que tiene la categoría Autonómica, hemos estado con esas mismas cifras seis temporadas. Bajamos hace dos a Preferente y ahora el objetivo inmediato es volver a subir.

Se nota entonces que en Zirauki se cuida mucho el deporte y, en este caso, el fútbol.

Sí, hay bastante afición entre la gente joven. Esa cuadrilla yo creo que ha marcado mucho. Desde muy jóvenes se vinieron aquí. Nosotros sólo tenemos este equipo, no hay fútbol base. Y tuvimos la suerte de que los jugadores se formaron en otras escuelas y, al cumplir los 19 o así, se vinieron para aquí. 

Tienen arraigo entonces al pueblo.

Sí, los de Zirauki somos muy de Zirauki. A veces demasiado para algunas cosas.

Y con este equipo se plantaron en Tardienta para un acontecimiento histórico. ¿Qué tal fue el día, la relación con el público rival también?

Algunos de sus aficionados y varios jugadores nos hicieron un pasillo cuando íbamos hacia el vestuario, después de estar un montón de rato sobre el campo después del partido llorando nuestras penas. Fue precioso, aunque a mí se me saltaban las lágrimas no de la emoción, sino de la rabia de haber perdido. 

El martes es el sorteo de la Copa. ¿Van a estar pendientes del rival que les toque a los oscenses?

Es curioso, porque hablando con algunos de ellos, tenían las mismas preferencias que yo: la Real Sociedad o el Athletic. Que te toque un Sevilla está muy bien, pero los equipos de alrededor me van más.

¿Se han sentido arropados también por el resto del fútbol navarro en esta aventura?

Muchísimo. Algunos equipos nos han mandado mensajes de apoyo. Tenemos un vídeo de Jagoba Arrasate y otro de David García. Además, nos acompañaron hasta allí Rafa del Amo y otros miembros de la Federación Navarra de Fútbol. Creo que hemos dado demasiada guerra (se ríe). El tener tantos jugadores del pueblo creo que ha hecho también que tuviéramos tirón.

Ahora que Zirauki está en boca de todos por el fútbol, a lo mejor reciben más visitas. Véndame su pueblo. ¿Qué tienen por ahí para que la gente se anime a ir?

La verdad es que la gente se sorprende cuando viene. Es un pueblo medieval. Yo ahora mismo estoy subido al atrio de la iglesia y toda esta zona de arriba es preciosa. Tiene las calles concéntricas alrededor de la iglesia, muchas casas de piedra y el Ayuntamiento con los arcos es muy bonito. Es un pueblo que se ve en poco rato y fácil. Por aquí pasa el Camino de Santiago, por debajo del Ayuntamiento. Hay un arco y deben pasar por ahí. Lo que sí tiene de malo es que hay mucha cuesta, pero nada más. A la entrada hay un portal medieval y a la salida un puente y una calzada romanos. Una visitica cuesta poco. 

Para terminar, ¿con qué recuerdo de todo lo experimentado estos días se queda?

Me costaría decir uno. Pero, sobre todo, me quedo con ver a la gente tan unida en algo como es el fútbol. Aunque si hubiese sido balonmano o baloncesto habría pasado lo mismo. Cómo en torno a un deporte nos hemos volcado todos los vecinos y las vecinas. Yo voy a tener ese recuerdo. Además, todo ha ido muy bien, sin ningún incidente. Con mucha cordialidad. Nos vamos a seguir llamando con el Tardienta, de hecho. Eso es lo bueno, algo que me quita el mal sabor de la derrota.