A falta de solo dos jornadas para la conclusión de la fase clasificatoria en casi todos los grupos, hay una serie de selecciones importantes que están en apuros para acabar campeonas o subcampeonas y clasificarse directamente, sin tener que jugársela en la repesca.

En primer lugar hay que citar a Italia. La selección que ahora dirige Luciano Spalletti, gane o no gane mañana a Macedonia, se la tendrá que jugar el lunes a domicilio ante Ucrania en un duelo directo en el Grupo C.

Por su parte, Países Bajos (Grupo B) no puede relajarse, aunque le basta con sumar 4 puntos en casa ante Irlanda y fuera ante la débil Gibraltar.

La propia Croacia (Grupo D) ha dejado el trabajo para el final y no solo tiene que ganar a Letonia y Armenia –las dos cenicientas del grupo– sino esperar que Gales no haga lo propio ante Armenia y en casa ante Turquía.

En el Grupo E, el de Albania, República Checa, Polonia y Moldavia, todo es posible todavía, aunque es Polonia la que está en una situación más desesperada, porque solo le falta un partido por jugar –en casa ante los checos– y quizás ni la victoria le baste.

En el resto de grupos ya se conoce a los dos equipos clasificados o hay dos que tienen ya una ventaja que parece inalcanzable para los rivales, caso de Eslovenia y Dinamarca en el Grupo H; de Rumanía y Suiza en el Grupo I; y de Eslovaquia en el Grupo J, que certificará su pase si vence hoy a Islandia y tendrá después una segunda oportunidad en Bosnia y Herzegovina.