Dicen en Francia que la actual eclosión de violencia salvaje en su fútbol se debe a que los hinchas castigados han cumplido sus sanciones durante la pandemia y han vuelto todos a la vez… Que podría ser cierto, a no ser por un detalle: ha habido parón por el coronavirus en toda Europa, pero lo que se está liando en Francia no ha ocurrido en ninguna otra parte: peleas tumultuarias, agresiones a equipos rivales, suspensiones de partidos y hasta un asesinato.

Cómo estará la cosa que el gobierno ha prohibido este fin de semana viajar a las hinchadas de ocho equipos... No, el motivo no son unos cuantos hooligans sueltos de nuevo por ahí, sino la falta de una política seria para acabar con los grupos ultras que han crecido en los clubes, incluso respaldados por las directivas, con una Liga Profesional empeñada en quitar importancia a lo que ha ido sucediendo y la relajación de políticos y cuerpos policiales. Ya están tardando.