Dice Luis Rubiales que se habló mucho de lo suyo “para hablar poco de otras cosas mucho más importantes” como la amnistía, y se nos escapa la carcajada, porque la brasa apocalíptica -política, mediática y hasta judicial- que estamos aguantando con la amnistía es insufrible. Luego añade que varios políticos le dijeron que todo el asunto era “una cuestión de la demagogia de la extrema izquierda” y viene a confirmarnos lo que ya se intuía desde un principio: el expresidente de la RFEF se llevó a próposito su escándalo a las trincheras de la derecha, en busca del respaldo de esa parte de la sociedad más comprensiva con el machismo. Su problema es que ni en la caverna mediática madrileña le han comprado tal burra, ni siquiera Pablo Motos o Carlos Herrera, y la prueba es que esta última entrevista se la ha hecho Alvise Pérez, agitador y creador de bulos de extrema derecha. Cualquier día le vemos en las manifas de Ferraz.