No se puede criticar a un equipo por golear a sus rivales, pero ver al Barça femenino ganando 6-0 al descanso ante el Sevilla (8-0 al final), en cuartos de la Copa, causa hasta mal rollo. Sobre todo si se tiene en cuenta que el equipo hispalense no es un cualquiera, sino que va sexto en la Liga de Primera. Hay un abismo entre el Barça, creado para ganar la Liga de Campeonas, y todos los demás clubes españoles. Y lo curioso es que lo ha logrado respetando el fair play financiero –qué remedio, tal y como están las arcas del club–: en la campaña 2022-2023 ingresó 13,4 millones y tuvo un déficit de solo 129.000 euros, y este año tiene un presupuesto de 17,5 millones que espera superar en ingresos de éxitos deportivos, derechos televisivos, publicidad y merchandising. A ver si otros clubes se animan a invertir así en el fútbol femenino –está claro que funciona– y el Barça deja de estar solo ahí arriba y de golear a todo el que le ponen delante.