Bloque bajo y portería arriba

Ender Wiggin, mítico personaje de Orson Scott Card, mejor estratega de la Galaxia, recomienda a sus soldados en la Sala de Juegos, que no tiene gravedad, que piensen siempre que sus enemigos están abajo, porque eso les da una superioridad psicológica.

Pero el fútbol no se fija en estas cosas: vale que se diga detrás y delante, que es hacia donde se mira cuando se juega, pero poco sentido tiene esa costumbre de hablar de abajo y arriba, poniendo la portería rival en lo más alto, es decir, en lo más difícil. Sin embargo, los argots tienen sus propias lógicas y toda esa neolengua no solo ha llegado para quedarse sino que cada poco tiempo universaliza términos que hasta poco antes usaban muy pocos. Y, así, ya no existe el catenaccio, cerrojazo, aparcar el autobús o colgarse del larguero. Ahora es bloque bajo. Que lo de bloque lo compramos –todos bien juntitos–, pero lo de bajo es comenzar ya medio derrotados.