Erling Haaland, el gigante goleador de la Champions

Se le siguen cayendo los goles de los bolsillos al delantero del Manchester City. A pesar del empate en el último minuto de los mancunians en tierras monegascas, Erling Haaland sigue dando argumentos para pensar que es la principal baza del Manchester City para alzarse con su segunda orejona, más si cabe con la marcha al Nápoles del centrocampista Kevin de Bruyne. Con el doblete de la pasada jornada de Champions son 52 goles en 50 partidos los que lleva el noruego con el City en esta competición, una cifra que asusta a todas las defensas de los cuadros europeos.

Mientras que Cristiano Ronaldo y Lionel Messi; los dos únicos futbolistas en superar la barrera de los 100 goles en Champions League, disfrutan de su retiro dorado, ha aparecido un hombre que amenaza con pulverizar todos sus registros. Puede que no sea un jugador tan asociativo como ellos, pero es letal como ninguno, y así lo demuestran las estadísticas.

Cifras de récord

Sus 52 goles en 50 partidos hacen que promedie 1,03 goles por partido, es decir, números de absoluto récord. Cristiano Ronaldo, máximo goleador histórico del torneo con 140 goles en 183 partidos, promedia 0,76. Lionel Messi, con 129 goles en 163 encuentros, tiene una media de 0,79. Robert Lewandowski, necesitó 100 partidos para alcanzar los 80 tantos. Esto indica que si el noruega continua con esta proyección y disputa tantos partidos como Cristiano Ronaldo (183), terminaría con aproximadamente 190 goles. 

Duelo galáctico

Con el permiso de la estrella de la Masía Lamine Yamal, parece que Kylian Mbappé y Erling Haaland, serán los que se disputen todos los premios goleadores. El francés, que ha empezado la temporada como un tiro, lleva 60 goles en 89 partidos en la competición de las estrellas, lejos aún del promedio del noruego. Quién sabe si esta bonita batalla también se librará en la liga española en un futuro próximo.

Sea como fuere, no cabe duda de que estamos ante un jugador que está marcando una época en el panorama del fútbol mundial, solo él sabe dónde está su techo.