Además de los cordones, los dulces de anís son los protagonistas más importantes de la cerebración de San Blas. Todos los 3 de febrero los bilbainosse pasean por las calles en busca de los mejores puestos con la intención de conseguir estos deliciosos postres. ¿Cuáles son los mejores dulces típicos para celebrar San Blas?

Tortas de San Blas

El más habitual en los escaparates de las pastelerías estas fechas no podía ser otro. Las tortas de San Blas son el postre típico por excelencia que se consume como tradición cada 3 de febrero. Su elaboración comenzó en Eibar, donde se bendecían antes de comerse, ya que a este santo se le considera protector de los problemas de garganta.

Rosquillas de anís

Elaboradas con huevo, aceite de oliva, azúcar y anís, las rosquillas de San Blas destacan en la celebración de esta destacada fecha. Aunque sea en forma de rosco o de bizcocho, siempre lleva un glaseado por encima que lo caracteriza.

Además, su elaboración en muy similar en toda la geografía, y su tradición por la celebración de San Blas procede de la antigua práctica en la que cada casa llevaba a bendecir ese día a la iglesia alimentos y semillas para evitar toses y catarros.

Macarrones

Pese a que en lo primero que pensemos sea en pasta, no tiene absolutamente nada que ver con la comida italiana. Los macarrones de Bilbao son pastelitos que se comen generalmente por San Blas, pero se pueden encontrar en cualquier época del año. Crujientes por fuera y tiernos por dentro, llevan como protagonista la almendra molida, lo que lo convierte en un imprescindible.

Santiaguitos

Todo un clásico de esta festividad. Estos dulces son unos caramelos de malvavisco que destacan por su característico envoltorio blanco. Pueden venderse en bolsitas y al peso, y son uno de los mayores protagonistas de los puestecitos en las calles.