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Receta de verano: pizza de garbanzos, una opción sin gluten

En el universo de la cocina saludable, hay platos que sorprenden por su ingenio y sabor, y esta pizza de harina de garbanzo es uno de ellos. Aprende a elaborarla con este paso a paso sencillo para sorprender a tus comensales

Receta de verano: pizza de garbanzos, una opción sin glutenMaría Malo

Ligera, sin gluten, rica en proteínas vegetales y con una textura que conquista desde el primer bocado, esta pizza con base de garbanzos es una receta que sorprenderá a más de uno. Y para combinarla, nada mejor que una ensalada fresca, vibrante y aromática.

Ingredientes

Para la base de pizza:

  • 1 taza de harina de garbanzo (aprox. 100 g)
  • 3/4 taza de agua (180 ml)
  • 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1/2 cucharadita de orégano seco o romero (opcional)
  • Pimienta negra al gusto

Para la ensalada:

  • 1 taza de garbanzos cocidos (aprox. 150 g)
  • 1/2 cebolla morada, cortada en rodajas finas
  • 1 taza de rúcula fresca (unos 30 g)
  • 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharadita de vinagre balsámico
  • Sal y pimienta al gusto
  • Crema de vinagre balsámico para decorar (tipo caramelo balsámico)

Los ingredientes de la pizza.

Elaboración

Precalentar el horno a 200 °C (390 °F).

Mientras, en un bol, mezclar la harina de garbanzo con la sal, el orégano (si lo usas) y un poco de pimienta. Añadir el agua y el aceite de oliva poco a poco, mezclando con un batidor de mano o tenedor hasta obtener una masa líquida, similar a la de los crepes pero un poco más espesa. 

Verter la mezcla sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal (o en una sartén de hierro que puedas hornear) y extiéndela formando una base fina y uniforme. Hornear durante 15–20 minutos, hasta que esté firme al tacto y los bordes ligeramente dorados. Si quieres una textura más crujiente, puedes darle la vuelta a mitad de cocción y hornear 5 minutos más por el otro lado.

Para preparar la ensalada, en un bol, mezclar los garbanzos cocidos con la cebolla morada, el aceite de oliva, el vinagre balsámico, sal y pimienta al gusto.

Justo antes de servir, añadir la rúcula y mezcla suavemente.

Para montar la pizza, una vez la base esté lista y ligeramente templada, colocar la ensalada fresca encima.

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Decorar con un hilo de crema de vinagre balsámico por encima.

Como sugerencia: se puede añadir queso feta desmenuzado, aceitunas negras o tomates cherry si quiere un extra de sabor. Y para una textura más crujiente, tostar los garbanzos con especias en el horno durante 10 minutos a 180 °C antes de mezclarlos con la ensalada.