Hay veces en las que la realidad supera, y con mucho, la ficción. Ryan Grantham, conocido por su papel en la conocida serie ‘Riverdale’, se ha convertido en el protagonista de una historia mucho más truculenta que cualquiera de las que aparecen en la ficción adolescente, cuya trama se desarrolla en el pueblo ficticio que da nombre a la serie. 

RYAN GRANTHAM, CADENA PERPETUA POR EL ASESINATO DE SU MADRE

El actor Ryan Grantham ha sido condenado a cadena perpetua sin posibilidad de acceso a la libertad provisional en los próximos 14 años, tras admitir él mismo el asesinato de su madre, además de su participación en una conspiración para matar al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, tal y como publica ‘The Daily Telegraph’.

La sentencia del joven, de 24 años, tuvo lugar en la Corte Suprema de Columbia Británica en Vancouver este jueves, cuando ya habían pasado más de seis meses desde la confesión de Grantham, que fue condenado por asesinato en segundo grado por la muerte de su progenitora, Barbara Waite, que tuvo lugar en marzo de 2020 cuando le disparó en la nuca mientras esta tocaba el piano. 

La jueza encargada de la sentencia del actor calificó el caso de “trágico” y “desgarrador”, unas palabras bastante acertadas a las que podría unirse una tercera, truculento, puesto que según los fiscales encargados del caso, después de disparar a su madre Grantham grabó un vídeo con una cámara GoPro en el que confesaba ser el autor del crimen y mostraba el cuerpo sin vida de Barbara Waite

En las imágenes se ve como el chico asegura que "le disparé en la nuca. Momentos después, ella habría sabido que era yo", tras esto Ryan Grantham salió a comprar cerveza y marihuana, experimentó con cócteles molotov e incluso vio algún contenido de Netflix antes de cubrir el cadáver de su madre e irse a la cama.

A la mañana siguiente, el actor colocó varias velas en torno al cuerpo de su progenitora, colocó un rosario en el piano y cargó su coche con todo tipo de armas para cumplir con su siguiente objetivo, matar a Justin Trudeau.

Más tarde confesó a la policía su plan para matar al político, y admitió que durante su camino hacia la residencia del primer ministro canadiense se le ocurrió la idea de cometer un tiroteo masivo en el puente Lions Gate, o en la Universidad Simon Fraser, el lugar donde cursaba sus estudios, aunque finalmente se dirigió al Departamento de Policía de Vancouver y se entregó admitiendo ante el oficial que le recibió que había matado a su madre.