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Tras las costuras de Aste Nagusia: descubrimos los hilos que tejen la fiesta
Nerea Bengoetxea es la diseñadora de moda y patronista que se encuentra tras los trajes que lucirán durante las próximas fiestas de Bilbao la txupinera y el pregonero
Nerea Bengoetxea nació en Gernika el 30 de julio de 1968 y es la encargada de coser los trajes de pregonero y txupinera de esta Aste Nagusia 2025. Bajo el nombre de @nereabengoetxeaatelier como perfil en redes sociales, Bengoetxea es diseñadora de moda y patronista, y su atelier se encuentra actualmente en el Casco Viejo de Bilbao.
Su pasión por lo que hace nació con ella, pues con siete años realizó un estuche para sus clases en el colegio, que cosió todo a mano y que aún conserva. Con esa edad ya pedía telas para sus muñecas, no quería los vestidos hechos. “Yo era de la época de la Nancy y quería telas”, incide. A ella le gustaba mucho coser. Su madre cosía con patrones de Burda, pero aunque le cosía a ella la ropa, a Bengoetxea también le gustaba coserse su propia ropa.
“De hecho, me hice una camiseta a escondidas de mi madre, porque era un top que enseñaba el obligo, y con 12 años no debió de parecerle muy adecuado a mi madre. Lo cosía por las noches en las máquinas de pedal, pero dándole a la ruleta con la mano para que no se oyera cómo cosía”, rememora la anécdota con humor la patronista.
Cuarto año
Este 2025 es el cuarto año que Nerea Bengoetxea cose los trajes de estas personalidades tan representativas de Aste Nagusia. Respecto al proceso creativo, Bengoetxea destaca que no surge de una primera idea, pues es un uniforme en el que como mucho se puede variar la largura según las modas o entallar la chaqueta más o menos, dependiendo del cuerpo de cada persona.
“No hay variaciones con el diseño, porque es un uniforme que todos los años tiene que ser el mismo”, explica. Además, relata que el proceso comienza cuando se publica en prensa quiénes son los elegidos, el pregonero y la txupinera en este caso. Previamente a eso, la diseñadora cuenta que previamente se ponen en contacto con ella para comunicarle que este año vuelven a contar con su trabajo. Una vez ha salido, quedan con ella para tomar las medidas los días siguientes de salir en prensa. A partir de ahí, queda con ellos para hacer las pruebas necesarias.
Personalización de los trajes
Respecto a la personalización de los trajes, Bengoetxea declara que los trajes de chicos que van vestidos como pregonerossiempre llevan pantalón. En cuanto a las chicas, alguna vez le han pedido faldas más cortas y eso puede hacerse, pero no demasiado.
“Es un traje que hay que respetar en la medida que sea posible. Ha habido años en los que se han hecho solapas diferentes, porque a los sastres no les gustan las solapas redondas y las han hecho con sus patrones, convirtiéndolas en solapas clásicas de caballero. Pero, en general, la solapa que más se usa es la redonda. Este año, el chico, Francis, que es muy atrevido, no ha puesto ninguna pega”, explica con una sonrisa.
Confeccionar los trajes de pregonero y txupinera para este año le ha llevado a Bengoetxea unos 15 días. Considera que son trajes que tienen mucho trabajo, tienen unos vivos, bolsillos, muchas cosas... “Los vivos no son bieses, es un hiladillo que cuesta muchísimo más colocarlo que un bies normal. Hay que entretelar las telas, porque antiguamente se hacían en paños de lana, pero en agosto los pobres se cocían.
Ahora se utiliza la viscosa, que como es tan ligerita hay que entretelarla y es una cosa que lleva más tiempo. Todo eso supone más tiempo que si se hiciese con la lana, que sería más fácil, pero no es una tela adecuada para agosto”. Y es que hablando de las telas, según Bengoetxea estas son proporcionadas por Rafael Matías. Siempre las ha puesto él y es una donación que hace a la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo, que son los que se encargan de contactar con ella, en este caso.
El toque personal
Su toque está en que las mangas y el pantalón sienten perfectos. “Eso es una satisfacción, cuando no hace gestos y todo sienta perfecto. Ese es el toque personal. Creatividad poca, porque los vivos son los de siempre, los botones son los mimos todos los años, al igual que el diseño”.
La diseñadora recuerda que esto depende del cuerpo de la persona, hay personas que no les gusta llevar la falda corta y la quieren más larga o están más fuertes y tienen que llevar la chaqueta más larga. “Esa es la adaptación que se puede hacer. En cuanto al diseño nada, el diseño es el que es”, remarca.
En definitiva, a Nerea Bengoetxea le gustaría seguir siendo la costurera de este tipo de trajes para los próximos años en Aste Nagusia. Para ella, es una parte de la fiesta que todo el mundo conoce. “La txupinera y el pregonero o pregonera son la parte más importante en las fiestas y que se vea reflejado en este tipo de personajes está bien”.
La historia detrás de los trajes amarillo y rojo
Nerea Bengoetxea nos cuenta todo lo que debemos saber sobre los trajes de txupinera y pregonero en Aste Nagusia: “El traje de la txupinera, el de la chaqueta roja, se basa un poquito en la persona que anunciaba los eventos del Ayuntamiento. Y el traje amarillo, el del pregonero, hace alusión a los barrenderos, que barrían la Villa. En teoría, era un traje blanco que con el tiempo amarilleaba y se ha transformado en amarillo. Esto es un poquito aunar las instituciones con el pueblo. Eso es lo que significan el pregonero y la txupinera. Todos están en la fiesta y todos están unidos”.
Además y, como anécdota, la diseñadora de moda relata: “Desde que me he mudado al Casco Viejo, que tengo escaparate y estoy a pie de calle, cada vez que vienen a probarse los trajes se tienen que poner un montón de personas de parapeto, para que no se vea el proceso y no vean la prueba, claro. Además, normalmente el pregonero y la txupinera siempre son gente conocida: cantantes, actores..., y todo el mundo quiere mirar. Esto es como una novia, no se puede ver hasta el día de la presentación”.
Por otro lado y, teniendo en cuenta los numerosos retos a los que se enfrenta la artesanía hoy en día, Bengoetxea considera que “no se valora lo suficiente, sobre todo en el sector textil”. Opina que la ropa está tan barata que muchas veces la prenda cuesta menos que los botones o cremalleras que pueda llevar. “En botones y cremalleras se puede gastar más que en una prenda que compres en Zara”, enfatiza.
“Algo que está bien hecho lleva su tiempo, es muy artesano. Es un proceso en el que primero se empieza por los patrones, luego cortarlo, montarlo, probarlo, terminarlo, coserlo..., y eso en el caso de que no haya que rectificar pruebas. En mi caso hago una, pero a veces hacen falta más. Yo lo que he hecho es aunar la tradición con técnicas un poco más modernas, pero sin perder la artesanía de las prendas”, concluye.
El honor que supone encargarse de esta labor
Según Nerea Bengoetxea, la confección artesanal y la industrial no tienen nada que ver
Es el primer año que Nerea Bengoetxea, la diseñadora y patronista detrás de los trajes de txupinera y pregonero de Aste Nagusia 2025, confecciona el de un chico. Ya había hecho trajes para chicos para su trabajo propio, pero no le había tocado un pregonero masculino hasta ahora.
Para Bengoetxea, ser la persona encargada de esta labor es un honor. “Yo estudié diseño de moda en aquellos tiempos, que éramos pioneros, y que te encarguen una cosa de estas es un honor. En Bilbao, en Aste Nagusia, el pregonero y la txupinera son lo más. Vestirlos es un honor”, señala.
En palabras de Nerea Bengoetxea, la confección a medida cada vez se hace menos porque el costo es elevado. “Son muchas horas de trabajo y no tiene nada que ver con la confección industrial. Aquí se hace un patrón para cada persona y se adapta específicamente, mientras que cuando tú vas a comprar algo, te adaptas a la talla”. Bengoetxea pone como ejemplo que en la confección industrial se hacen muchas chaquetas a la vez, y eso lo que hace es “estandarizar un poquito el cuerpo”.
Sin embargo, considera que en los pantalones, por ejemplo, es muy difícil acertar y hay que probarse muchos hasta dar con uno que siente bien. “A poca gente le sientan bien todos los pantalones. De hecho, yo tengo un método propio de patronaje de pantalones para configuraciones especiales y me estoy yendo por todo el Estado español para impartirlo. Y mira, lo estoy probando ahora con Francis en chicos y funciona igual de bien”, comenta.
Por otro lado, la costurera relata que hace dos años, aunque también hizo ella los trajes, estaba trabajando para Javier Barroeta. Por eso, estos salieron a su nombre, pese a que eran de la costurera gernikarra.