La subida de las temperaturas durante el verano provoca que diferentes insectos y pequeños animales hagan acto de presencia llegando a colarse dentro de nuestras casas. Algunos de ellos pueden provocar asombro pero también interés, como es el caso de las salamanquesas.

Este pequeño reptil suele trepar por paredes y fachadas y puede acabar accediendo al interior de las viviendas. En muchas ocasiones se le confunde con la salamandra, quizás por el parecido de sus nombres, pero la verdad es que no tienen ninguna similitud. Este último, es un anfibio de color negro y manchas amarillas de mayor tamaño que habita solamente en las zonas acuáticas.

La salamandra es de color negro y amarillo y habita únicamente en los ríos. Mis animales

Por el contrario, aunque las salamanquesas son animales que habitan en zonas de riberas de ríos, también lo hacen en ciudades, sobre todo en edificios antiguos, ya que los muros son gruesos y porosos y encuentran pequeños huecos donde esconderse.

Lo primero que hay que saber acerca de este reptil es que resulta inofensivo para el ser humano. Su presencia puede sorprendernos, pero no supone ningún riesgo tenerlo dentro de los hogares, es más, contribuirá al control de plagas de insectos, ya que es la base de su dieta. En caso de encontrar una salamanquesa dentro de casa, podemos intentar atraparla y soltarla en la ventana o en el jardín.

Debido a su tamaño -alcanza entre los 14 y 20 centímetros de largura-, pueden colarse por ventanas abiertas, puertas o incluso pueden haber hibernado en algún rincón de las paredes de casa. Son trepadoras natas ya que las patas tienen unas láminas que se pegan haciendo efecto ventosa en las superficies, pero como se ha mencionado, no son peligrosas.

Especies de salamanquesa

En nuestro entorno las especies más comunes que se pueden encontrar son la salamanquesa común y la salamanquesa rosada. La más numerosa es la salamanquesa común y se caracteriza por sus colores pardos y grisáceos, pero sus tonalidades pueden variar según el entorno en el que se encuentra o la incidencia de luz a diferentes horas del día.

La salamanquesa rosada en menos numerosa que su pariente, la salamanquesa común. Solo animales

La cabeza y el tronco son voluminosos y anchos aunque aplanados, por esa razón puede colarse con tanta facilidad por las ventanas o las puertas. Su piel es puntiaguda, está recubierta por unas protuberancias que se afilan en los laterales y en la cola. Este reptil cuenta con dos peculiaridades, tiene la capacidad de regenerar su cola y de sus cinco dedos, los únicos que presentan uñas son el tercero y el cuarto.

En cuanto a las salamanquesas rosadas, estas son más pequeñas que sus parientes, en su edad adulta no llegan a superar los 12 centímetros de largo. Al contrario que la salamanquesa común, estas cuentan con un color muy característico, blanquecino y rosáceo y su dorso es menos rugoso. Su cola presenta unos anillos de color oscuro y tiene uñas en los cinco dedos de cada pata.