BRILLANTE y merecido vencedor de la etapa de ayer del Tour en Issoire: Leo y releo con los pelos como escarpias la crónica de César Ortuzar sobre su victoria labrada a base de riñones pero, sobre todo, de corazón. No pudo cumplir el sueño de levantar los brazos en alguna de las tres etapas de la histórica Grand Départ en Euskadi, pero lo ha compensado con un triunfo lleno de épica que ha podido dedicar a su compañero del alma Gino Mäder, que se dejó la vida hace apenas un mes en una escalofriante caída en la Vuelta a Suiza. Cada pedalada suya y de sus compañeros del Team Bahrain Victorious ha sido en su memoria. “¡Aquí la tienes, Gino!”, gritó al cruzar la meta después de un sprint que nos mantuvo con el alma en vilo. Grandioso.