Víctima de un atentado de película que ha estado a punto de costarle la vida: En primer lugar, permítame mostrarle mi alegría porque, según los partes médicos, de esta no se va al otro barrio. Me imagino, eso sí, que la recuperación física será larga y la psicológica no le irá a la zaga. No creo que sea fácil sobreponerse a lo que le ocurrió a usted el pasado jueves, cuando dos sicarios intentaron apiolarlo de un tiro en la cabeza. Por fortuna, no debían de ser muy diestros en lo suyo. Según leemos, su intuición le dice que los que encargaron el intento de asesinato pueden ser elementos cercanos al gobierno de Irán. Es una hipótesis razonable, teniendo en cuenta ciertos antecedentes suyos. Cuando esté mejor, podría decírselo a su comadre Rosa Díez, que perdió el culo para señalar como culpable a Pedro Sánchez. Se lo juro.