En el baloncesto se conoce a los intangibles como "acciones positivas que ayudan a ganar un partido pero que los jugadores que las realizan no se llevan MVP"s ni reconocimientos públicos ni mediáticos". Carlos Jiménez, antiguo capitán de la ÑBA, es el rey de estos factores que no aparecen en las estadísticas pero que son fundamentales para el buen funcionamiento de un equipo. En el Grupo Iruña Navarra, Juan Labiano y Raúl Narros son los representantes más fieles de esas funciones.

Su juego no suele ser el que alumbran los focos, poca gente reconoce el esfuerzo que realizan sobre el parquet de Anaitasuna, pero son fundamentales para explicar la gran temporada que realizó su equipo la campaña pasada o el resurgir que ha tenido al final de esta primera vuelta. Son dos jugadores que aportan carácter y ganas dentro de la pista y son fundamentales en la integración de los fichajes. "Tienen un valor añadido porque son navarros. Sienten más lo que es este club. Vivieron un gran año la temporada pasada y lo supieron valorar. En el plano deportivo, son jugadores de calidad y proyección que tienen que seguir progresando", afirma Guripa, su entrenador durante las dos últimas campañas.

Tanto Narros como Labiano instauran el buen rollo en el vestuario. Gastan bromas a sus compañeros y también las reciben de buen grado. "La gente quiere ver ganas, carácter navarro y los de aquí somos los encargados de involucrar a los de fuera en el proyecto", afirma Labiano. Esta temporada no han tenido que esforzarse mucho para hacer equipo. "No ha sido muy difícil conseguir un buen grupo, son buena gente. Tenemos hasta un gallego-navarro, y no nos cerramos a nadie", cuenta Narros con una sonrisa provocada por las bromas de sus compañeros.

El alero navarro de 26 años comenzó la temporada lesionado en un brazo. Una dolencia complicada para un jugador de baloncesto, pero que Labiano ha dejado ya olvidada. "Juan puede dar que hablar. Pese a su lesión, es el año que mejor le veo, puede dar mucho que hablar. Está entrenando como siempre, a tope, pero creo que este va a ser su año", afirma Narros. Por su parte, el alero navarro define a su compañero como "polivalente, sacrificado, ambicioso pero conoce su rol y, aunque siempre quiere más, es un tío que lo deja todo en la pista".

Ambos dos se conocen desde hace tiempo ya que los dos crecieron en las categorías inferiores de Larraona. Narros se fue a jugar fuera, pero a su vuelta han compartido los cuatro últimos años (uno en el HNV de Primera Nacional y 3 en Basket Navarra). Además han vivido todas las etapas del club. "Estamos asentándonos. Dos años en LEB Plata, intentar llegar a play-off para hacernos fuertes y ascender a medio plazo", asegura Labiano.

La temporada del Grupo Iruña no está siendo la mejor, pero poco a poco el conjunto de Guripa ha ido ascendiendo posiciones hasta colocarse en la última plaza de play-off. "Empezamos mal, pero los resultados de otros equipos nos beneficiaron. Con las tres victorias consecutivas que conseguimos, mejoramos mucho en la clasificación. El balance de la primera vuelta es irregular: hemos tenido falta de confianza ya que perdimos partidos que teníamos casi ganados", afirma Labiano. "Nos estábamos conociendo y no sabíamos a qué jugar. No encontramos nuestro rol hasta los últimos partidos de la primera vuelta. En el último, contra Hospitalet, volvimos a perdernos y tenemos que encontrarnos contra CajaRioja", apostilla Narros.

hacerse fuertes en casa Para la segunda vuelta ambos son optimistas. "Somos un equipo. Todos ganamos y perdemos, eso es importante y nos dará victorias en esta segunda vuelta", asegura el ala-pívot. "Hemos demostrado que podemos jugar en equipo. Intentar que no se nos escape ni un partido de casa ya que viene gente importante. Mejorar el juego en equipo y afianzar las ideas", confirma Labiano.

El Grupo Iruña Navarra afronta mañana a las 21.00 en Anaitasuna su primera final en casa ante el CajaRioja. Con el espíritu de Narros y Labiano, los navarros tienen muchos puntos ganados.