500 millones por Karembeu

las prostrimerías de 1997 llegaron cargadas de polémica en el mercado de fichajes de Primera División. Y el nombre más pronunciado durante el mes de diciembre fue el de Christian Karembeu. El francés pasó a integrar las filas del Real Madrid después de protagonizar un culebrón durante varias semanas de intensas y durísimas negociaciones entre el club de la Castellana y la Sampdoria, donde el futbolista jugaba desde 1995. El deseo de Karembeu de aterrizar en España era tal que incluso los directivos del conjunto italiano le excluyeron de los entrenamientos del equipo mientras negociaban el traspaso.

El entonces presidente del Real Madrid, Lorenzo Sanz, y su homólogo italiano Enrico Mantovani limaron el 29 de diciembre de 1997 todos los flecos de una venta que se acordó en 500 millones de las antiguas pesetas. Una cifra muy elevada que el equipo blanco accedió a desembolsar debido a que otros clubes como el Barcelona también querían hacerse con el futbolista.

Karembeu firmó un contrato por cuatro temporadas con una cláusula de rescisión de 23.000 millones, al nivel de otras estrellas del equipo como Mijatovic o Seedorf. Las expectativas de la parroquia del Santiago Bernabéu eran máximas, pero el periplo merengue del francés no fue del todo exitoso.

El matrimonio del jugador con la chica Wonderbra Adriana Sklenarikova le colocó en primera línea de la prensa rosa, pero Karembeu no logró hacerse fijo en el Real Madrid -jugaba entre 15 y 20 partidos de Liga por temporada- a pesar de que fue clave en la consecución de la séptima Liga de Campeones, con dos goles en cuartos y uno en la semifinal. En el 2000 se certificó su traspaso al Middlesbrough inglés.