Pamplona - Los aproximadamente 1.300 aficionados del Magna Gurpea Xota desplazados ayer hasta Guadalajara se quedaron con la miel en los labios, pero dieron una lección de cómo animar a su equipo antes, durante y después de la final de la Copa del Rey que se le escapó al conjunto navarro a poco más de un minuto para la conclusión. Todos ellos disfrutaron de una jornada histórica y festiva para el club, soñaron con la ventaja de la que disfrutó el Magna durante gran parte del encuentro y lloraron cuando ElPozo remontó para llevarse el título.
La gran mayoría de aficionados del Xota partieron desde Pamplona a primera hora de la mañana de ayer y ya desde el mediodía la Plaza de Santo Domingo de Guadalajara, el lugar más turístico de la ciudad, se tiñó de verde. Parte de los seguidores del equipo navarro se desplazaron en autobús -uno salió desde Irurtzun y otros tres desde Pamplona-, mientras que el resto se movilizó en vehículos particulares. Y entre ellos, muchos familiares y amigos de los jugadores y alguna cara conocida, como la de Enrique Martín Monreal, exentrenador de Osasuna. La Feria de mayo, situada en el centro de la ciudad, también animó a los hinchas navarros a base de flamencos y un paseo en caballo.
Ya por la tarde, y después de haber repuesto fuerzas, la marea verde se fue agrupando en las inmediaciones del Palacio Multiusos de Guadalajara. La organización de la Copa del Rey habilitó unas carpas para ambas aficiones en los aledaños del recinto, momento que sirvió para dejar patente la superioridad del Xota en la grada, ya que el número de camisetas verdes superaba ampliamente el de las rojas de ElPozo. Fue así como se fue caldeando el ambiente de cara a la histórica cita.
A una hora para el inicio del partido, los aficionados comenzaron a tomar posiciones en sus localidades, momento que sirvió para evidenciar la superioridad del ejército de aficionados verdes. No pasó inadvertido este detalle para los jugadores ni para el entrenador del Magna, un Imanol Arregui al que se le escapó una sonrisa de felicidad coincidiendo con la atronadora ovación que le tributó la grada a su equipo. La cosa fue a más con los goles del Xota, y el panorama no cambió pese a los goles de ElPozo, porque la afición del Magna lloró la derrota, pero siempre estuvo con su equipo. Y viceversa.