San Cristóbal ha vuelto a recibir a los participantes de la marcha que Anaitasuna organiza cada año. En esta ocasión, la vigésimo séptima edición, la cita tenía una importancia especial por dos motivos. El primero, porque se retomaba la celebración de este día tras dos años sin celebrarse por culpa de la pandemia. El segundo motivo fue la ausencia del principal promotor y el que fuera el responsable de la sección de montaña de Anaitasuna, Jesús Mari Garísoain, Txumarra.

Txumarra era el culpable de que, cada año, miles de personas realizasen una marcha hasta la cima del monte San Cristóbal para concienciar y mantener limpia la zona. Su ausencia en la 27ª edición no ha sido impedimento para que, en torno a 300 personas, volvieran a ascender al monte de Pamplona.

“Ha sido una buena jornada, con menos gente, porque estos dos años de pandemia se han notado. El cambio de fecha también ha influido. Pero lo demás ha ido bien”, ha confesado Miren Alvira enfrente de la Casa Consistorial de Pamplona, donde estaba repartiendo un presente a todos aquellos que se habían inscrito.

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Marcha a San Cristóbal Jon Urriza

En anteriores celebraciones, la marcha se organizaba en octubre, pero este año se tuvo que cambiar por coincidir con otro evento en Pamplona. “Octubre, era una muy buena fecha, pero coincidía con la carrera del cáncer de mama. Luego intentamos buscar otro día, pero cada domingo estaba ocupado por algo”, ha señalado Alvira, que lamentaba que todos estos cambios mermasen la presencia de más participantes.

No obstante, el resultado final ha sido satisfactorio. El tiempo ha permitido al medio millar de personas disfrutar de una gran mañana para la marcha. “El día ha sido soberbio para subir al monte maravilloso que tenemos, nuestro monte”, resumió la organizadora.

La salida de la marcha se produjo a las 9.00 horas desde la plaza del Ayuntamiento de Pamplona. Varias decenas de personas iniciaron el trayecto que fue liderado por un par de txistularis. Por el camino se fue uniendo gente y en la cima del fuerte de San Cristóbal había unas cuantas más. En la explanada se pudo disfrutar de un aperitivo de una hora previo al descenso de regreso a la plaza consistorial.

Sobre las 12.45 horas, los participantes regresaron al punto de partida, dando por terminada la marcha, pero no las actividades. “Tenemos al grupo de danza, que actúa todos los años y siempre es un espectáculo muy bonito”. El grupo de danza, acompañado por la música de los dos txistularis, ha puesto el broche final de una jornada marcada por la ausencia de Txumarra. 

“Este año era especial por el homenaje a él, que ha organizado todo esto. El alma mater y un organizador nato”, recordaba con cariño Alvira que añadió, “se merece todos estos reconocimientos y más”.