Dice la nadadora Mireia Belmonte que clasificarse para París 2024, que supondría ir a sus quintos Juegos, es “la motivación” que le hace levantarse “cada día de la cama”. Y no podemos menos que sentir admiración por alguien que ha sido campeona del mundo y olímpica y que a sus casi 33 años –que es mucha edad para alguien que compite en 200 mariposa y en 200 y 400 estilos– podría haberse retirado de la competición sin que a nadie le extrañara. Son dos valores del deporte juntos: la superación personal... y el esfuerzo, porque eso de levantarse de la cama hay que traducirlo como ir cada día a meterse un montón de horas en la piscina, en ese trabajo oscuro y permanente que es la materia con la que se fabrica a los campeones. Qué menos que desearle suerte para que se clasifique y para que compita y disfrute en la cita de París.