pamplona. Anaitasuna volverá a unir este verano el Cantábrico y el Mediterráneo. Lo hará entre el 5 de julio y el 21 de agosto dentro de la Travesía del Pirineo. Como cada año, la travesía se dividirá en siete tramos de cinco días de duración cada una. El punto de partida será Banyuls y el de llegada Hondarrribia. Por el camino quedarán los lugares más emblemáticos del Pirineo: el Valle de Aran, Benasque, Ordesa o el Ibón de Estanés.
Esta 23 edición de la Travesía transcurrirá, en líneas generales, por el GR-11, un sendero de 47 etapas diarias que atraviesa el Pirineo de punta a punta. Sin variar el punto de partida y llegada de cada jornada, las etapas se adaptarán al nivel de los participantes. Por tanto, al igual que en la pasada edición, que se discurra entre collados o entre cumbres dependerá en parte del nivel y la capacidad de los participantes en cada etapa. No obstante, en principio las jornadas diarias no superarán las ocho horas de caminata.
El único requisito que se exige para participar en las diferentes etapas de la Travesía es estar en relativa buena forma y habituado a las marchas de montaña. No obstante, todo aquel que quiera participar en la Travesía del Pirineo, debe estar federado con licencia de la FEDME (cuesta 80 euros).
Las inscripciones en cada tramo cuestan 550 euros y se pueden realizar antes del 1 de julio. Se puede participar en un solo recorrido de cinco días o en más de uno. Además, el Ayuntamiento de Pamplona subvenciona plazas para jóvenes de la capital navarra de entre 16 y 30 años. Se fletarán autobuses para llegar a los puntos de salida de cada tramo.