No es que sea un pueblo de esos con puntuación diez en cuanto a nivel de vida y que atraen a muchos millonarios, pero cuenta con 37 coches matriculados por cada habitante que vive en él. Se trata de la localidad madrileña de Rozas de Puerto Real, que apenas cuenta con 578 habitantes pero que solo en 2023 matriculó 21.464 vehículos. La cosa no queda ahí, porque en 2022 matriculó 18.019 vehículos y en 2021 la cifra llegó a 28.679. Es decir, en los últimos tres se han matriculado en ese pueblo 68.162 vehículos, 118 por cada habitante.

Las diferencias en el impuesto

¿Qué pasa en Rozas de Puerto Real para que tengan tantos coches? Que realmente no los tienen, ni siquiera van a circular nunca por sus calles, sino que es el ejemplo más claro de ‘paraíso fiscal’ automovilístico que hay en España, según el Estudio sobre fiscalidad municipal del automóvil que ha llevado a cabo Automovilistas Europeos Asociados (AEA).

Todo esto se debe a las enormes diferencias que hay en el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica según dónde se tenga que abonar. El impuesto se paga en función de la potencia fiscal del vehículo, en el caso de turismos; en función de la cilindrada, en el caso de las motos; y el peso y número de asientos, en el caso de los camiones y autobuses, respectivamente, de acuerdo con una tarifa mínima establecida para todo el territorio nacional, a excepción de los territorios históricos del País Vasco y Navarra.

Facultad discrecional de los ayuntamientos

Sin embargo, la ley permite a los ayuntamientos incrementar discrecionalmente dichas cuotas, pudiendo llegar a cobrar hasta el doble de la tarifa mínima, situación que ocurre en 8 de las 52 capitales de provincia españolas. También la ley permite aplicar bonificaciones de hasta el 75% en función del carburante y las características de los motores, e incluso exonerar del pago del impuesto en el caso de los vehículos históricos y de más de 25 años.

“Es esa facultad discrecional de los ayuntamientos lo que ha posibilitado que se desvirtúe la finalidad del sistema tributario local y ha dado lugar a la creación en España de verdaderos ‘paraísos fiscales’ en relación con el pago de un impuesto al que están obligados cerca de 38 millones de contribuyentes”, señala AEA en su informe.

Un 158% más caro en Donostia que en Tenerife

Así, un vehículo tipo medio, de 11,99 caballos de potencia fiscal paga en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife 34,08 euros; en Madrid 59 euros, en Barcelona 68,16 euros, y en San Sebastián 87,93. Es decir, un 158% más caro en Donostia que en Tenerife.

Tras San Sebastián, los ayuntamientos más caros son los de Vitoria, Bilbao, Barcelona, Tarragona, Lleida, Palma, Ciudad Real, Valladolid, Huelva, Granada y Murcia, mientras que podrían considerarse paraísos fiscales Santa Cruz de Tenerife (la más barata), Melilla, Ceuta, Zamora, Palencia, Badajoz, Cáceres y Jaén.

900% de diferencia según municipios

Las diferencias de precio son todavía mayores atendiendo a municipios y no a capitales de provincia, y el ahorro puede llegar al 900%. Así, por ejemplo, en Rozas de Puerto Real se cobra una tarifa que es siete veces más barata que en la ciudad de Madrid. Por eso numerosas empresas de alquiler y de renting han concentrado la matriculación de sus flotas en pequeños municipios en los que han abierto sucursales por su favorable tratamiento fiscal. A cambio, a esas localidades cada año les toca la lotería por el ingreso que reciben por un impuesto de unos vehículos que ni siquiera circulan, ni van a circular nunca, por esa población.

Los 27 'paraísos fiscales'

Las cifras son muy significativas: diez pequeños municipios (con una población de entre 600 y 15.000 habitantes) concentran el 40% de las matriculaciones de los coches de empresa de todo el país: 208.125 vehículos de los 528.762 matriculados en total. De esos diez, nueve están en la Comunidad de Madrid: Moralzarzal, Venturada, Robledo de Chavela, Rozas de Puerto Real, Navacerrada, Collado Mediano, Brunete, Patones y Colmenar de Arroyo. A ellos se suma Tejeda, en Gran Canaria.

Hasta 27 ayuntamientos matricularon en 2023 más coches que habitantes tienen censados, con lo que alcanzan índices de motorización muy superiores a las de Estados Unidos o Japón. A los diez ya citados se suman La Hiruela, Redueña, Torrelaguna y Torremocha del Jarama, en Madrid; Aguilar de Segarra, Rajadell y Les Cabanyes, en Barcelona; Sarratella, en Castellón; Puebla de San Miguel y Castielfabib, en Valencia; Benidoleig y Facheca, en Alicante; Montejaque y Macharaviaya, en Málaga; Borox, en Toledo; Retascón, en Zaragoza; y Escorca, en Baleares.