Seguro que más de un propietario de BMW y también de las Harley de la familia más rutera estarán en desacuerdo con el titular, pero un servidor, que ama las motos como el comer y el respirar, no tiene la más mínima duda, la verdadera reina de las motos para viajar es la Honda Gold Wing GL 1800. Los incondicionales de la casa alemana afirmarán que es un “auténtico armario”, por su elevado peso y lentitud de reacciones si la comparas con la agilidad de sus bóxer RT, y tienen razón; mientras que los amantes del acero de Milwaukee, sede de la firma norteamericana Harley-Davidson, la verán como una copia de sus Electra provistas de tres maletas y equipadas hasta las cejas, y en parte están en lo cierto.
Con seis cilindros, 1.833 cc, cambio automático DCT de siete marchas, cardan y todo el confort imaginable, es un icono de la carretera
Pero la verdad es que ningún otro fabricante ha logrado el nivel de excelencia y exclusividad que alcanza el modelo de Honda, con sus seis cilindros opuestos (bóxer), 1.833 centímetros cúbicos, transmisión secundaria por cardan, cambio automático de doble embrague de siete marchas, 126 CV a 5.500 rpm, 170 Nm de par máximo a 4.500 vueltas, 180 km/h de velocidad punta, 5,4 litros de consumo medio homologado, 393 kilogramos de peso en orden de marcha, cuatro modos de conducción (Tour, Sport, Econ y Rain), 121 litros de capacidad de carga, suspensión ajustable electrónicamente, asiento y puños calefactables, parabrisas ajustable eléctricamente, paro al ralentí, smart key, control de la presión de los neumáticos, luces antiniebla, iluminación led, asistente de arranque en pendiente y hasta airbag. Y eso sin contar con una lista de accesorios para quitar el hipo y vaciar el bolsillo a conciencia, entre los que cabe citar como lo más destacado: bolsas interiores para las maletas, parabrisas alto, funda, interruptor de audio para ajustar el equipo de sonido al acompañante, asiento custom de mayor confort, deflectores de aire adicionales, reposapiés más amplios, respaldo de conductor, palanca de cambio DCT, alarma y toma de 12 voltios.
La Honda Gold Wing, que este 2025 cumple 50 años desde que fuera lanzada al mercado, desde sus inicios, como buena Honda, se ha caracterizado por tres cualidades inherentes a la marca: máxima fiabilidad, exquisita finura de funcionamiento y una proverbial longevidad. De hecho, hace unos pocos años me deleité fotografiando en plena calle una de las unidades de la primera serie de la Gold Wing, que en sus inicios se trataba de una motocicleta naked, desprovista de cualquier protección aerodinámica, con motor bóxer de cuatro cilindros y apenas un litro de capacidad (999 centímetros cúbicos que proporcionaban 80 CV de potencia máxima).
Honda celebra el primer medio siglo de vida de su motocicleta más viajera con una edición especial que hará las delicias de sus numerosos incondicionales
Como era de esperar en este cincuenta cumpleaños, la firma japonesa ha decidido celebrar la efeméride lanzando una serie especial denominada cincuenta aniversario, con colores y emblemas exclusivos, una maqueta especial de edición limitada (1.833 unidades, como sus centímetros cúbicos) formada por media reproducción del modelo actual y media del primigenio, conectividad y funciones de entretenimiento mejoradas y la adaptación a la normativa Euro 5+ que entra en vigor en la actualidad. Todavía se desconoce el precio final.
Desde sus primeras ediciones la Gold Wing dejó claras sus aspiraciones, ser una moto de referencia tanto dentro de la gama de Honda como en el conjunto del mercado. Aunque no fue la primera seis cilindros de serie de la marca, ya que tuvo en la CBX 1000, una naked deportiva de seis en línea refrigerada por aire, a su antecesora, la Gold Wing manifestó desde los comienzos que su objetivo prioritario sería el mercado norteamericano. Allí se fabricó durante décadas y allí también encontró su principal destino comercial, un país amante de todo producto a motor de gran tamaño y predilección por los largos viajes.
De aquella primera naked de un litro refrigerada por agua se pasó a sucesivas evoluciones que la llevaron a incrementar su protección aerodinámica con carenados cada vez más envolventes, asientos más amplios y confortables y manillares más custom y ruteros, junto a un equipamiento que crecía sin parar y una respuesta que mejoraba progresivamente. La culminación de su desarrollo llegó con la primera 1.500 de seis cilindros en el año 1988, para evolucionar a la siguiente 1.833 cc de seis cilindros opuestos en 2001 e incorporar sucesivamente adelantos como el airbag o el cambio automático de doble embrague DCT de siete velocidades. En 2021 recibió una actualización que vio cómo progresaban nítidamente sus capacidades dinámicas. A la variante Tour, la de tres maletas, acompaña además una opción bagger más ligera (373 kg) y sin baúl. Disponible desde 31.000 euros, la Honda Gold Wing es el sueño rutero de todo motero amante de los grandes viajes por carretera, la auténtica reina, que ahora cumple medio siglo de vida.