Adiós a pagar un dineral por el carburante: la solución definitiva
Estos consejos no solo benefician al bolsillo, sino que también contribuyen a una conducción más segura y sostenible
Los altos precios del combustible hacen que mucha gente se lo piense dos veces antes de coger su vehículo. Pese a ello, es conveniente saber que es posible conducir bajando el consumo de forma considerable.
La conducción eficiente se ha convertido en una herramienta fundamental tanto para el bolsillo como para el planeta. Aplicar unas cuantas técnicas al volante permite reducir el consumo de carburante, alargar la vida útil del vehículo y disminuir las emisiones contaminantes.
La conducción eficiente se basa en una serie de prácticas destinadas a optimizar el consumo de carburante y mejorar el rendimiento del vehículo. No se trata de conducir más despacio, sino de hacerlo de forma inteligente, aprovechando al máximo la inercia, el régimen óptimo de revoluciones y las características técnicas del motor. Este tipo de conducción, además de reducir costes, aporta seguridad al permitir una conducción más suave, anticipada y responsable.
Entre estos hábitos, destacan el uso del freno motor y la conducción con marchas largas, dos estrategias sencillas pero altamente efectivas.
El freno motor: una ayuda clave
El freno motor es una de las técnicas más recomendadas para ahorrar carburante. Consiste en aprovechar la resistencia natural del motor al soltar el acelerador y mantener una marcha engranada, en lugar de pisar directamente el pedal del freno.
Cuando se deja de acelerar y el vehículo sigue en marcha, el sistema de inyección corta el suministro de carburante de manera automática. Esto significa que, durante esos segundos, el coche no está consumiendo nada de combustible. Además, el freno motor ayuda a mantener el control en descensos y a alargar la vida útil de los frenos al reducir su desgaste.
En carreteras con pendientes, utilizar el freno motor es especialmente útil, ya se evita el sobrecalentamiento de los frenos y se gana en seguridad.
Conducir con la marcha más larga posible
Otra técnica clave para ahorrar carburante es circular siempre que se pueda con marchas largas, es decir, con la menor cantidad de revoluciones necesarias para mantener la velocidad.
Los motores actuales están diseñados para rendir de manera eficiente a bajas revoluciones. Conducir en quinta o sexta marcha a 2.000–2.500 revoluciones por minuto, en lugar de mantener el coche en tercera o cuarta a 3.500 rpm, puede suponer un ahorro significativo de combustible. Además, mantener el motor en un rango de revoluciones bajo reduce el ruido, el desgaste interno y las emisiones de CO₂.
Otros hábitos adicionales
Aunque el freno motor y el uso de marchas largas son esenciales, la conducción eficiente incluye otros consejos prácticos:
- Anticipar frenadas y aceleraciones, evitando maniobras bruscas.
- Mantener una velocidad constante y utilizar, cuando sea posible, el control de crucero.
- Revisar la presión de los neumáticos y el estado general del vehículo.
- Evitar cargas innecesarias y retirar el portaequipajes cuando no se use.
Ahorro y sostenibilidad
La conducción eficiente es una combinación de pequeñas decisiones que, al practicarlas cada día, generan un gran impacto en el ahorro de carburante.
Usar el freno motor y circular con la marcha más larga posible son dos de los trucos más efectivos que cualquier conductor puede aplicar sin dificultad. No solo benefician al bolsillo, sino que también contribuyen a una conducción más segura y respetuosa con el medio ambiente.