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Homenaje al pacifista indio Mahatma Gandhi en el 62 aniversario de su muerte

familiares y amigos arrojan al océano índico parte de las cenizas del líder independentista

Homenaje al pacifista indio Mahatma Gandhi en el 62 aniversario de su muerte

nueva delhi. Sesenta y dos años después de su muerte, amigos del Mahatma Ghandi conmemoraron ayer el fallecimiento del líder revolucionario indio esparciendo parte de sus cenizas en la costa de Sudáfrica, en una ceremonia a la que asistieron más de dos centenares de personas acompañados de una representación de la Armada sudafricana.

Los restos mortales incinerados de Ghandi fueron repartidos tras su muerte entre amigos y familiares colocadas en varias urnas y llevadas a diversas zonas de la India y a otros países. Siguiendo la tradición hindú, la mayor parte de sus cenizas fueron echadas al mar tras su asesinato en 1948, pero varios amigos del Mahatma conservan todavía parte de las mismas, entre ellos Vilas Mehta, anfitriona de la ceremonia de ayer, celebrada en Durban.

Entre los asistentes a la despedida se encontraba la nieta de Ghandi, Ela Gandhi, una de las más respetadas activistas de Sudáfrica, quien defendió, más de medio siglo después de la muerte de su abuelo, su política de resistencia no violenta. "Creo que uno de los mensaje más importantes que ha dejado tras su muerte es que la intolerancia persiste en el mundo, desde la religión, desde la raza, desde la etnia, la clase y la casta. Y todas esas intolerancias terminan en violencia", según declaró a la cadena británica BBC.

Las cenizas que esparció Mehta son las mismas que fueron entregadas a la nuera de Gandhi en su lecho de muerte para "mantenerlas a salvo". A su fallecimiento, los restos del líder indio, que reposaban en un receptculo de plata, volvieron a Mehta el año pasado. "Y empezamos a pensar: ¿Qué hacemos con ellas?", explicó Vilas, quien finalmente decidió repartirlas en el océano Índico en la ceremonia de ayer.

Hace dos años se celebró una ceremonia similar en la metrópolis india de Bombay.

Gandhi pasó 21 años en Sudáfrica. Se cree que sus experiencias en una sociedad marcada por una profunda división social dieron forma a su filosofía de resistencia no violenta.