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Asesinadas a tiros en París tres activistas kurdas, entre ellas una fundadora del PKK

El ministro del Interior francés habla de "ejecución" con heridas de bala en la cabeza La comunidad kurda lo ve como "un crimen político" en plena negociación con Turquía para el fin del conflicto

Asesinadas a tiros en París tres activistas kurdas, entre ellas una fundadora del PKK

parís. La ejecución de tres activistas vinculadas al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), muertas a tiros en un centro cultural de París, suscitó hoy gran conmoción entre esta comunidad en Francia y muchas preguntas sobre un acto probablemente vinculado al reciente diálogo con el Gobierno turco.

Las tres asesinadas son Sakine Cansiz, miembro fundador del PKK; Didan Dogan, representante en Francia del Congreso Nacional del Kurdistán y trabajadora del Centro de Información del Kurdistán de París, donde se perpetró el crimen; y Leyla Soylemez, presentada como una joven activista. Cansiz fue una de las figuras más destacadas del PKK antes de que las divisiones internas le hicieran perder peso en el movimiento separatista kurdo. De hecho, aparece en una fotografía tomada en 1995 junto al líder del PKK, Abdulá Ocalan, vistiendo uniforme militar y armada con un fusil de asalto.

armas automáticas y silenciador Sus cadáveres fueron encontrados de madrugada, con disparos en la cabeza, en el interior del edificio de la calle Lafayette que alberga ese organismo, formalmente de carácter cultural, aunque directamente relacionado con el PKK.

La policía sospecha que los asesinatos, cometidos con armas automáticas y silenciadores, pudieron producirse el miércoles por la tarde, cuando se sabe que las tres debían encontrarse en las oficinas. No se han encontrado signos de que las puertas fueran forzadas.

El ministro francés de Interior, Manuel Valls, se desplazó al lugar de los hechos a primera hora de la mañana y dijo a la prensa que las tres mujeres habían sido "sin duda ejecutadas", y que era "un hecho grave, totalmente inaceptable".

Según una persona próxima a las asesinadas citada por la emisora France Info, dos de ellas eran vigiladas por los servicios secretos franceses por sus actividades políticas.

Antes de que llegara el ministro francés al Centro de Información del Kurdistán ya se habían concentrado en la calle unos doscientos kurdos, contenidos por un importante despliegue policial, que llevaban, entre otras, banderolas con el rostro del líder del PKK, Abdullah Ocalan, encarcelado en Turquía.

Los manifestantes gritaban consignas como "¡Revancha!", "¡Todos somos PKK!" y algunos incluso acusaban del crimen a Turquía, y a Francia de complicidad.

En esa línea, el responsable de la Federación de Asociaciones del Kurdistán en Francia, Leon Edart, dijo que "es una ejecución de Turquía (...), nuestro único enemigo", y lamentó que este suceso hubiera ocurrido "en un momento en que hablamos de paz".

El presidente del Instituto Kurdo de París, Kendel Nezal, dijo que "seguro que es un asesinato político" y que "probablemente está en relación con el diálogo" entre las autoridades turcas y Ocalan.

Nezal se limitó a especular sobre la posibilidad de que se trate de una acción de extremistas porque "en uno y otro lado hay gente que se opone a esa evolución de las cosas".

Una alusión al principio de acuerdo sobre el fin de las hostilidades al que, según algunas filtraciones, han llegado el Gobierno turco y el líder histórico del PKK.

El traslado de los cadáveres de las tres mujeres generó una gran emoción entre los kurdos concentrados allí, que luego iniciaron una manifestación por las calles adyacentes. La comunidad kurda en Francia está compuesta por entre 150.000 y 200.000 personas. El PKK ha sufrido diversas divisiones internas y enemistades desde que inició en 1984 su lucha armada contra el Gobierno turco, un conflicto que ha acabado con la vida de unas 40.000 personas.

ajuste de cuentas En anteriores ocasiones, grupos de milicianos nacionalistas turcos han sido acusados de cometer ejecuciones extrajudiciales de activistas kurdos pero estos asesinatos siempre se han registrado en territorio turco y no en el extranjero. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, apuntó a que el triple asesinato podría ser consecuencia de las divisiones internas en el PKK. "Puede ser un ajuste de cuentas. Aparte de esto, nosotros estamos comprometidos en la lucha contra el terrorismo pero hay personas que no quieren eso. Esto podría ser una acción de provocación por parte de estas personas", declaró.

El partido opositor kurdo Democracia y Paz (BDP) también condenado el asesinato de las tres activistas.