Los seguidores de Mursi salen a la calle una semana después de la masacre
eeuu visita al nuevo gobierno y dice que no se entrometerá Los Hermanos Musulmanes reivindican la restitución de Mursi, la Constitución y la Cámara Alta del Parlamento
el cairo. Miles de personas participaron ayer en las marchas convocadas por los grupos islamistas en apoyo al depuesto presidente Mohamed Mursi cuando se cumple una semana de la masacre frente a la sede de la Guardia Republicana. En la plaza de Rabea al Adauiya, en el este de El Cairo, los partidarios de Mursi continuaron con su acampada, prepararon la comida para la ruptura del ayuno de ramadán, leían el Corán y enarbolaban banderas de Egipto y fotografías del presidente depuesto.
Los lemas más coreados eran "Mursi, presidente de la República" y "fuera Al Sisi (el ministro de Defensa, Abdel Fatah), Mursi es mi presidente". Además de en Rabea al Adauiya estaba previsto que las protestas convocadas para después de la ruptura del ayuno se celebraran en las plazas de Al Nahda y Giza, en el distrito de Ramsés y en el puente 6 de octubre, uno de los principales de El Cairo. El miembro de la ejecutiva del Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de los Hermanos Musulmanes, Farid Ismail, aseguró que está previsto que las manifestaciones sean "pacíficas", aunque tendrán lugar también en los alrededores de edificios institucionales.
Ismail reiteró que para iniciar conversaciones se deben cumplir sus demandas: la restitución de Mursi, de la Constitución y de la Cámara alta del Parlamento, así como la anulación del golpe de Estado y sus consecuencias.
EXCLUSIÓN El secretario de Estado adjunto de Estados Unidos, William Burns, instó ayer al Ejército de Egipto a evitar las detenciones por motivos políticos durante su vista a El Cairo. "Si los representantes de algunos de los mayores partidos de Egipto son detenidos o excluidos, ¿cómo será posible el diálogo y la participación?", preguntó Burns, que también instó a los partidarios del depuesto presidente Mohamed Mursi a sumarse al nuevo proceso político de forma pacífica.
Asimismo, aseguró que Estados Unidos no tratará de imponer su modelo a Egipto y que no apoyará de forma específica a ningún grupo ni a ninguna persona. "No tomamos partido", aclaró, en el marco de una visita que incluye reuniones con las autoridades interinas y empresarios.
Burns desmintió que viajara a Egipto con "soluciones estadounidenses" bajo el brazo. En este sentido indicó que Washington no quiere "imponer" su "modelo" en el país norteafricano. Burns señaló también que no cree que Egipto corra el riesgo de repetir la "tragedia" de Siria, donde han fallecido más de 100.000 personas en la guerra civil. La visita de Burns es la primera que realiza un alto cargo estadounidense desde que Mohamed Mursi fue derrocado el 3 de julio.
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