Síguenos en redes sociales:

El caso de los 33 mineros chilenos atrapados durante 70 días en Atacama se cierra sin acusados

El caso de los 33 mineros chilenos atrapados durante 70 días en Atacama se cierra sin acusadosFoto: d.n.

atacama. La Fiscalía de la región chilena de Atacama cerró sin acusados la investigación por el derrumbe de la mina San José, que en 2010 dejó a 33 mineros atrapados a 700 metros de profundidad durante 70 días hasta que fueron rescatados. Según el fiscal regional de Atacama, Héctor Mella Farías, "no había convicción para formular una acusación" contra los dueños de la minera San Esteban, compañía propietaria de la mina San José, ni contra los responsables del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) en la región, 800 kilómetros al norte de Santiago.

Laurence Golborne, que como ministro de Minería coordinó el rescate de los mineros, calificó de "increíble" la decisión judicial, mientras la senadora socialista Isabel Allende consideró "doloroso" que no haya responsables. Golborne recordó que, en 2006 y 2007, el Sernageomin ordenó a los dueños habilitar una segunda salida para casos de emergencia, pero después no se exigió el cumplimiento de la medida, con la cual los mineros "no hubiesen pasado setenta días atrapados".

"Mi reacción es de dolor (...). Que la Fiscalía considere que no hay culpables es difícil de aceptar", dijo por su parte Isabel Allende, quien recordó que "los mineros, con los que conviví mucho, señalaban que la mina crujía y que tenían cierto temor". El derrumbe ocurrió el 5 de agosto de 2010 y creó expectación en todo el mundo hasta que, el 13 de octubre del mismo año, los trabajadores fueron rescatados uno a uno, en una inédita operación de 25 horas de duración.

Los mineros volvieron a la superficie en una cápsula construida especialmente por la Marina chilena, que se introdujo a través de un orificio de 50 centímetros de diámetro excavado con exactitud milimétrica hasta donde estaban atrapados, tras comprobarse el 22 de agosto que se encontraban vivos. También se excavaron otros boquetes, aún más pequeños, por los que se les suministró a los trabajadores alimentos, ropa y equipos de comunicación.

sin pruebas Según publicaba el diario 'La Tercera', el fiscal Mella declaró que, después de tres años de investigación, el Ministerio Público determinó que no había datos suficientes para continuar la investigación contra los dueños del yacimiento, Alejandro Bohn y Marcelo Kemeny, ni contra los responsables del Sernageomin. Hace tres años, la Fiscalía abrió la investigación con el objeto de establecer si había responsabilidades penales tras el accidente, atribuido entonces a la falta de medidas de seguridad en la mina, tras la presentación de varias querellas contra la empresa y los funcionarios públicos.

Catherine Lathrop, abogada de los dueños, manifestó a este respecto que: "Nosotros estamos súperconformes, sin perjuicio de que creemos que podemos llegar a una solución jurídica de mayor certeza". A su juicio, la decisión de la Fiscalía de no perseverar "es una muestra clara de que efectivamente los dueños de la mina San José no habían cometido ningún delito". En la parte civil del caso, el Consejo de Defensa del Estado acordó con la empresa que debía pagar cinco millones de dólares al Estado por los costes que tuvo el rescate de los mineros.

Nada más conocer esta decisión judicial, la otra parte implicada en aquel fatídico suceso que mantuvo en vilo a más de medio mundo, también quiso terciar y dejar clara su postura. Fue el minero Luis Urzúa, quien actúa como portavoz del grupo de los 33 de Atacama, quien dijo en este sentido que "nosotros llamamos a nuestro abogado y nos dijo que estuviéramos tranquilos, porque nosotros tenemos otra demanda por negligencia" contra el Estado, comentó.

La citada demanda por negligencia fue planteada un año después del derrumbe y exige una indemnización de casi 500.000 dólares para cada minero. En ella, se acusa al Servicio Nacional de Geología y Minas (Sernageomín) de no haber inspeccionado las condiciones laborales y de seguridad de la mina. Ahora, tres años después del accidente, su vida transcurre lejos de la fama y fortuna que se pensó podrían atesorar como protagonistas de una historia de sobrevivencia que dio vuelta al mundo. "Los 33 están bien todos, trabajando y viviendo ya en distintas partes del país", zanjó Urzúa.