washington. El acuerdo diplomático alcanzado con Irán para que paralice temporalmente su programa nuclear, un paso clave hacia el deshielo en la relación de mutua desconfianza con EEUU, ha llevado al enfriamiento de las relaciones entre Washington e Israel, que alerta a Obama de que el único ganador por ahora es Teherán.
El pacto entre Irán y el Grupo 5+1 (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia más Alemania) establece la paralización del programa nuclear iraní durante seis meses, tiempo en el que se intentará llegar a un acuerdo total y definitivo y se suavizarán las sanciones impuestas a Teherán. Desde Tel Aviv seguían llegando ayer las mayores críticas al acuerdo, ya que Arabia Saudí, que mostró reservas inicialmente, cambió ayer el tono y dio la bienvenida al pacto.
Para calmar los ánimos, Obama telefoneó ayer al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a quien reiteró que, en caso de incumplimiento del régimen islámico, EEUU revocaría toda ayuda e impondría nuevas sanciones. Si lograra calmar a Tel Aviv, Obama ganaría también tiempo contra las críticas internas, ya que tanto republicanos como algunos miembros de su propio partido han censurado el pacto y han amenazado con aprobar nuevas sanciones al régimen, que Obama se vería obligado a vetar para continuar con el acuerdo. Se trata de la culminación de la voluntad de ambos líderes en buscar el acercamiento, y de una serie de encuentros diplomáticos que, según se supo tras la firma del acuerdo, ambos países habían llevado en secreto a espaldas de los aliados de EEUU, incluido Israel. Desde 2009, funcionarios estadounidenses mantuvieron entre bambalinas conversaciones secretas con Irán sobre su programa nuclear. La mayor parte de los encuentros se celebraron en el estado del Golfo Pérsico de Omán.
canal oculto La Casa Blanca negó en repetidas ocasiones la existencia de dicho canal oculto cuando salieron a la luz las informaciones que recogieron medios israelíes.
Estos acercamientos, redoblados desde agosto de este año, se hicieron públicos solo en septiembre pasado, cuando se supo que Obama y Rohaní, recién llegado a la Presidencia, mantuvieron una histórica conversación por teléfono. Washington habló de estas conversaciones a Israel después de la llamada en septiembre, aunque la inteligencia israelí ya había descubierto estos contactos, según reveló ayer el diario israelí Haaretz.