alemania- El socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier, exministro de Asuntos Exteriores y candidato de la gran coalición de gobierno en Alemania, fue elegido presidente del país por mayoría absoluta en la Asamblea Federal, ante la que pidió “valor” para defender la democracia en tiempos difíciles.
“Estoy convencida de que será un presidente magnifico y de que no sólo tiene el apoyo de la gran mayoría de la Asamblea que votó por él, sino también de la mayoría de los alemanes”, afirmó la canciller, Angela Merkel.
De 61 años, cordial y a la vez serio, Steinmeir se ha reafirmado sobre todo en su segunda etapa como jefe de la diplomacia alemana como experto en situaciones de crisis e infatigable anfitrión de citas internacionales, con Ucrania como gran foco de atención.
A finales de enero transfirió Exteriores al líder del SPD y vicecanciller Sigmar Gabriel, sin haber logrado la estabilización de ese conflicto pese a sus múltiples gestiones mediadoras entre Moscú y Kiev y en un contexto global enrarecido por la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Como presidente deberá seguir ejerciendo de árbitro, ahora en un cargo al que se atribuye neutralidad y cierto carácter de autoridad moral, tras haber sido un ministro leal a Merkel, pese a haber sido su rival en las elecciones generales de 2009.
Antes había sido una especie de hombre invisible al servicio del anterior canciller, su correligionario Gerhard Schröder, a cuya sombra ascendió a lo largo de 15 años de trabajo en común.
Nacido el 5 de enero de 1956 en Detmold (centro del país), Steinmeier ingresó en el SPD en 1975, pero no hizo carrera en la formación hasta convertirse en 1991 en asesor de Schröder, por entonces primer ministro del Land de Baja Sajonia.
Desde ese puesto pasó al de secretario de Estado de la Cancillería y en julio de 1999 pasó a ser jefe del departamento, un puesto clave, ya que dirige el gabinete del jefe del Gobierno.
Fue desde esta discreta posición uno de los políticos más poderosos de la era Schröder, encargado de coordinar el conjunto de la política gubernamental y “organizador” de la Agenda 2010, el plan de reformas sociales del entonces canciller.
Con la derrota electoral de su mentor en 2005, saltó al puesto de ministro de Exteriores de la gran coalición liderada por Merkel. Ante las dificultades de encontrar un nombre de consenso en las filas conservadoras, la canciller aceptó que Steinmeier, propuesto por el Partido Socialdemócrata (SPD), fuera candidato único de la gran coalición para un cargo de carácter eminentemente representativo.
Steinmeier fue respaldado en primera votación por 931 de los 1.253 delegados presentes en la Asamblea, órgano que se reúne cada cinco años para designar al jefe del Estado y que está formado por los diputados del Bundestag (cámara baja) e igual número de representantes de los estados federados.
Su elección se daba por segura, ya que las fuerzas de la gran coalición -la Unión Cristianodemócrata (CDU) que lidera Merkel; su ala bávara, la Unión Socialcristiana (CSU), y el Partido Socialdemócrata (SPD)- sumaban 924 votos, y contaba además con el apoyo de verdes y liberales. La única sorpresa fue el número de abstenciones, 103, una cifra elevada en la que, según diversos analistas políticos, se incluyeron miembros de las filas conservadoras que se resistieron a votar por un socialdemócrata y también varios delegados de Los Verdes.
Siguiendo una costumbre de la mayoría de sus antecesores, Steinmeier agradeció el voto a quienes le apoyaron y prometió a los que no lo habían hecho que trabajaría para ganarse su confianza. - Efe y E.P.