bonn - Occidente y Oriente Medio presionaron ayer a Rusia e Irán para que el régimen sirio acuda la semana que viene a Ginebra con la disposición clara de negociar con la oposición moderada. Éste es el principal mensaje que ha emanado del encuentro del grupo denominado Amigos de Siria, donde confluyen EEUU, Arabia Saudí y otros diez aliados, celebrado en Bonn (oeste de Alemania) en el marco de la reunión de ministros de Exteriores del G20.

La cita de los diplomáticos de las 20 mayores economías avanzadas y emergentes también abordó la cuestión siria -y el conflicto en Ucrania- aunque no estuviese formalmente en el programa, explicó el ministro de Exteriores alemán, Sigmar Gabriel, en la rueda de prensa final.

A su juicio, y pese a las suspicacias de algunos, es “razonable” que el G-20, como foro del multilateralismo, aborde estas crisis, ya que el gran poder económico y político que tienen sus países conlleva una gran “responsabilidad”.

Con respecto a Siria, Gabriel aseguró que el proceso de Ginebra necesita de un “sólido fundamento internacional” y que el respaldo de Moscú sería importante.

A este respecto, el titular de Exteriores francés, Jean-Marc Ayrault, destacó que “la opción política es la única” posible en Siria, y consideró que la militar se ha demostrado inviable. Según él, Rusia puede tener un papel “constructivo” en el conflicto y llevar al presidente sirio, Bachar al Asad, a la mesa de negociación con la oposición el día 23 en Ginebra y disuadirle de que siga considerando como terroristas a todos los grupos opositores, lo que imposibilita en la práctica cualquier tipo de diálogo.

conversaciones “difíciles” Ayrault, hablando en nombre de los Amigos de Siria, no puso una meta concreta al proceso político, más allá de que permita un país unido, estable y en paz, pero sí que dejó clara una línea roja: Europa no contribuirá “a la reconstrucción” de Siria tras la guerra si se mantiene “el régimen actual”.

Gabriel y Ayrault se mostraron relativamente optimistas ante las posibilidades del proceso de Ginebra, aunque reconocieron que las conversaciones están plagadas de dificultades y riesgos.

Siria y Ucrania también formaron parte de las agendas de muchos de los encuentros bilaterales que se han organizado en los márgenes del G-20, como los que mantuvo entre gran expectación el secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, con sus homólogos ruso, Serguéi Lavrov, y chino, Wang Yi.

Además, el estadounidense se ha entrevistado con el ministro español de Exteriores, Alfonso Dastis, la ministra de Relaciones Exteriores argentina, Susana Malcorra, el secretario de Relaciones Exteriores mexicano, Luis Videgaray, y el ministro de Exteriores brasileño, José Serra.