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La candidatura de Fillon se tambalea tras su imputación por el caso de los empleos ficticios

El aspirante conservador a la Presidencia francesa tilda su decisión de “asesinato político” mientras pierde el apoyo de sus aliados

La candidatura de Fillon se tambalea tras su imputación por el caso de los empleos ficticiosFoto: Efe

parís - El aspirante conservador a la Presidencia francesa, François Fillon, ve tambalearse su candidatura tras anunciar ayer que será imputado por el caso de los supuestos empleos ficticios que concedió a su familia, lo que disparó las primeras deserciones en su campaña, entre ellas la de sus aliados centristas de la Unión Demócrata Independiente (UDI) quienes decidieron suspender la participación en su campaña. Para controlar la onda expansiva del anuncio, Fillon tomó la iniciativa. En una declaración rodeado por algunos de los pesos pesados de su partido, el aspirante lanzó un agresivo ataque a la Justicia al tildar su próxima imputación de “asesinato político”.

“Más allá del proceso judicial, ahora solo apelo al pueblo francés. Solo el sufragio universal, y no un proceso acusatorio, puede decidir quién será el próximo presidente de la República. No cederé, no me retiraré, iré hasta el final”, señaló a dos meses de los comicios. La jornada había nacido enrarecida, con la repentina suspensión de su programada visita al Salón de la Agricultura y con una imprevista comparecencia ante los medios que desató todos los rumores.

El pasado viernes, los jueces de instrucción le abrieron una investigación judicial por los cargos de malversación de fondos públicos, tráfico de influencias y ocultación de actividades, después de que la Fiscalía Nacional Financiera les trasladase el caso.

La Fiscalía había lanzado las pesquisas preliminares a raíz de las revelaciones del semanario Le Canard Enchainé de que Fillon había contratado a su esposa Penelope y a dos de sus hijos como asistentes parlamentarios, pero que no había pruebas de que hubiesen cumplido con esa labor.

Además, la dura carga de Fillon contra el poder judicial despertó el rechazo inmediato de sus rivales políticos, comenzando por el presidente, el socialista François Hollande, que reivindicó que, “como garante de la independencia de la autoridad judicial”, no puede permitir ese tipo de acusaciones. Cuando comenzó el escándalo, el candidato había asegurado que solo una imputación podría impedirle presentarse a las elecciones. - Efe