El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha promulgado este jueves la ley que saca al país del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, aprobado en 1996 y del que ahora se desmarca Moscú en plena ofensiva militar sobre Ucrania, dentro de un conflicto en el que el mandatario ruso ha llegado a amenazar con utilizar armamento atómico.

Putin ha estampado su firma en un texto que previamente ya había sido refrendado por el Parlamento, donde el oficialismo es mayoría, tal como recoge este jueves el portal de información jurídica. Rusia alega que se pone de esta manera a la par de Estados Unidos, que firmó el citado tratado pero nunca llegó a ratificarlo --Moscú completó el proceso en el año 2000--.

Carrera armamentística

Además, el Gobierno ruso ha sugerido que no emprenderá ningún ensayo al menos que lo haga la parte estadounidense y ha negado el inicio de una nueva carrera armamentística, a pesar de que se ha desvinculado también de otros protocolos como el acuerdo bilateral con Washington que establece un marco para el desarme nuclear.

El Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, ha denunciado la oleada de ataques lanzada este miércoles por Rusia contra decenas de ciudades de Ucrania, y ha advertido de que "otras crisis" no desviarán su atención.

"Moscú no debería hacerse ilusiones: otras crisis no desviarán nuestra atención sobre Ucrania", ha aseverado el representante de la diplomacia comunitaria en una publicación en su perfil oficial de la red social X.

Gaza y Ucrania

De esta forma, Borrell ha recalcado que, a pesar del estallido y a la rápida escalada de violencia en Oriente Próximo entre el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), la UE sigue atenta a lo que acontece en Ucrania.

"La agresión rusa contra Ucrania ha alcanzado un nuevo pico de crueldad, con más de cien ciudades y pueblos atacados en 24 horas", ha lamentado Borrell, quien ha asegurado que el apoyo de la UE a Kiev continuará "tanto como sea necesario".

Al menos seis personas han muerto y una veintena han resultado heridas después de que las fuerzas rusas hayan lanzando a lo largo de la última noche y en la mañana del miércoles los ataques más intensos en lo que va de año.

Durante estas últimas horas, un total de once provincias han sido alcanzadas por los misiles rusos, entre ellas la de Poltava, donde una refinería de petróleo en Kremenchuk ha sido alcanzada, produciéndose un incendio que ya ha sido extinguido.

Chernígov, Zaporiyia, Sumy o Kirivogrado, donde su red ferroviaria se ha visto dañada por los ataques, han sido otras de las provincias bajo el punto de mira de los rusos.