El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha defendido este viernes ante el Consejo de Seguridad que se ha visto obligado a invocar el artículo 99 de la Carta Magna de la ONU e impulsar un alto el fuego para Gaza a título personal, en una medida extremadamente inusual, tras constatar que las agencias de Naciones Unidas ya no pueden cumplir con su mandato humanitario en el enclave por la enorme violencia reinante.

Tras recordar que el Consejo de Seguridad pidió en la Resolución 2712 "aumentar el suministro para satisfacer las necesidades humanitarias de la población civil, especialmente los niños", Guterres ha lamentado "profundamente informar al Consejo que, en las condiciones actuales sobre el terreno, el cumplimiento de este mandato se ha vuelto imposible".

En este sentido, el secretario general ha lamentado que el único punto de acceso por Rafá, en la frontera con Egipto, "no está diseñado para la entrada de cientos de camiones y constituye un importante cuello de botella". En el mejor de los casos, "los intensos bombardeos y hostilidades, las restricciones israelíes a la circulación, la escasez de combustible y las comunicaciones interrumpidas hacen imposible que las agencias de la ONU y sus socios lleguen a la mayoría de las personas necesitadas".

Por todo ello, "ya no existen las condiciones para la entrega efectiva de ayuda humanitaria", ha señalado Guterres en el comienzo de la sesión de deliberaciones del Consejo de Seguridad antes de la votación sobre la propuesta de Guterres, que podría tener lugar como muy pronto en torno a las 23.30 (hora peninsular española).

Así pues, Guterres ha esgrimido que su petición al Consejo de Seguridad ha tenido lugar dado que la situación se encuentra "al borde de un punto de ruptura". "Existe un alto riesgo de colapso total del sistema de apoyo humanitario en Gaza, lo que resultaría en una ruptura total del orden público y una mayor presión para el desplazamiento masivo hacia Egipto, con devastadoras consecuencias para la región", ha zanjado.

Guterres ha argumentado que este colapso esta "fundamentalmente relacionado" con una "total falta de seguridad del personal humanitario de la ONU en Gaza"  con "la naturaleza y la intensidad de las operaciones militares (de Israel) que están limitando gravemente el acceso a la ayuda a la personas que tan desesperadamente lo necesitan".

Sobre este tema, el secretario general de la ONU entiende que la "amenaza a la seguridad del personal de las Naciones Unidas en Gaza no tiene precedentes" tras constatar que "más de 130 de mis colegas ya han sido asesinados, muchos de ellos con sus familias" en lo que se trata de la "mayor pérdida de vidas en la historia de nuestra organización".

"El pueblo de Gaza está mirando hacia el abismo", ha concluido Guterres, antes de pedir a la comunidad internacional que "haga todo lo posible para poner fin a esta terrible experiencia". "Los ojos del mundo, y los ojos de la Historia, están puestos en nosotros. Es hora de actuar", ha remachado.

Crítica de Israel

El embajador de Israel ante Naciones Unidas, Gilad Erdan, ha criticado este viernes la decisión del secretario general de la ONU, António Guterres, de invocar el artículo 99 de la Carta de Naciones Unidas para impulsar a título personal un alto el fuego en Gaza al lamentar que esta decisión nunca se haya aplicado en otros conflictos como Ucrania y Yemen, antes de rechazar un cese de hostilidades y pedir el respaldo a las operaciones militares contra Hamás.

"El artículo 99 nunca fue invocado ni para Ucrania, ni para Yemen, ni para Siria, pero resulta que la guerra defensiva de Israel ha terminado siendo el catalizador de su invocación, cuando la ironía es que solo podemos alcanzar paz y seguridad una vez Hamás sea eliminado", ha declarado el diplomático.

"El único camino a la paz es apoyar la misión de Israel, no pidiendo un alto el fuego", ha añadido el diplomático.

"¿No es la guerra en Ucrania acaso una amenaza para la seguridad internacional, o los niños asfixiados en Siria, o los miles de niños yemeníes muertos en la guerra?", lamentó el embajador, quien responsabilizó a lo largo de todo su discurso a Hamás de todo lo acontecido desde el estallido del conflicto el 7 de octubre.    .

"Ya había un alto el fuego en vigor el 6 de octubre; uno que Hamás rompió el 7 de octubre, con una masacre nunca vista desde el Holocausto", ha denunciado.

"Un nuevo alto el fuego implica que Hamás ha recibido el perdón por sus atrocidades, y solo reforzará su control. Solo responderá como todas las organizaciones terroristas: cuando ve que su dominio se ve amenazado por la fuerza", ha zanjado el diplomático.

"La guerra de Netanyahu"

El representante palestino ante Naciones Unidas, Riyad Mansur, ha asegurado este viernes ante el Consejo de Seguridad de la ONU que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, busca sobrevivir políticamente a costa de los ataques y bombardeos sobre la Franja de Gaza.

"La persona que lidera este asalto sacrificaría al pueblo palestino y al israelí por su supervivencia política egoísta y es un enemigo declarado de la solución de los dos estados. Su vida entera ha estado dedicada a la aniquilación del pueblo palestino", ha sentenciado durante su discurso.

Mansur ha resaltado que el primer ministro israelí ha buscado una "oportunidad" política para "poner fin a las aspiraciones nacionales del pueblo palestino". "Esta es la guerra de Netanyahu. Esta es la guerra de la coalición más extremista que permanece en el poder en Israel", ha dicho.

"Se supone que debemos fingir que no sabemos que el objetivo es la limpieza étnica de la Franja de Gaza?", se ha preguntado, agregando además que cualquier país en contra de la destrucción y el desplazamiento forzoso de la población palestina debería estar a favor de un alto el fuego.

En este sentido, ha hecho un llamamiento a los Estados miembros a que despierten y no se dejen engañar por Israel, que continúa "jugando" con los países, forzándoles a discutir, entre otras cosas, el número de camiones con ayuda humanitaria que pasan hacia Gaza.