El probritánico Partido Democrático Unionista (DUP), segunda formación norirlandesa, volvió este miércoles a bloquear la formación de un Gobierno de poder compartido, que permanece suspendido desde hace casi dos años por su oposición a los arreglos comerciales posBrexit para la región.

Por séptima vez desde la caída del Ejecutivo de Belfast, el DUP rechazó la elección de un nuevo presidente de la Cámara, un proceso que necesita el consenso del bloque unionista y nacionalista, según establece el acuerdo de paz del Viernes Santo (1998), el texto que puso fin al conflicto en la región.

Con ese veto quedó automáticamente suspendido el siguiente paso, por el que los dos grandes partidos debían presentar a sus candidatos al puesto de ministro y viceministro principal, así como el resto de carteras que compondrán el próximo Gobierno autónomo de acuerdo a los resultados de los comicios de mayo de 2022.

El ministro británico para Irlanda del Norte, Chris Heaton-Harris, había dado de plazo hasta esta medianoche para lograr un acuerdo de gobierno, después de que el DUP ya ha indicado que aún no está listo para entrar en un Ejecutivo con el nacionalista Sinn Féin, ganador de los citados comicios.

"Es decepcionante que la Asamblea no haya sido capaz de elegir un presidente para restaurar hoy el Ejecutivo. La vuelta de los representantes políticos regionales a un Gobierno efectivo y responsable es la mejora manera de gobernar Irlanda del Norte", declaró hoy Heaton-Harris.

Ante la ausencia de las instituciones de poder compartido, advirtió de que Londres procederá ahora de manera "pragmática y razonable para apoyar" a la provincia.

El ministro ha expuesto anteriormente que, en este escenario de bloqueo, podría introducir una legislación de emergencia para dar más tiempo a los partidos y retrasar la convocatoria de otras elecciones autonómicas, como ya ha hecho en anteriores ocasiones.

Ahora, no obstante, ha aumentado la presión política y económica sobre las formaciones, pues Irlanda del Norte afronta este jueves la mayor huelga del sector público de su historia.

Sus demandas de mejoras salariales podrían verse satisfechas con un paquete de ayuda valorado en 3.300 millones de libras (3.840 millones de euros) ofrecido por Londres el pasado diciembre a condición de que el DUP regrese al Ejecutivo.

Los unionistas abandonaron el Gobierno por su rechazo al Protocolo del Brexit para Irlanda del Norte, que imponía controles fronterizos entre Gran Bretaña y la región a fin de evitar una frontera física en la isla de Irlanda, tal y como establecen los acuerdos de paz de 1998.

Asimismo, el DUP vetó después el Acuerdo Marco de Windsor, que sustituyó al protocolo e introdujo cambios, pero mantiene a la provincia dentro del mercado único comunitario para bienes y en el mercado interno británico.

Por ello, su líder, Jeffrey Donaldson, aún considera que ese pacto amenaza su posición en el Reino Unido y se niega a formar gobierno con el Sinn Féin, primera fuerza norirlandesa y defensor de la reunificación de Irlanda.