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Zilbeti La cantera de Magna divide al valle

El otoño se presenta caliente en el Valle de Erro. Los opositores a la cantera que Magnesitas pretende abrir en Zilbeti anuncian movilizaciones. Mientras, la empresa prepara un nuevo proyecto.

Zilbeti La cantera de Magna divide al valle

Desde que a principios de 2008 se puso de manifiesto el interés de la empresa Magnesitas Navarras SA (Magna) por abrir una mina en la zona de Erro-Zilbeti el silencio del valle quedó tocado. La paz y el hábitat de pueblos y términos del valle de Erro podrían verse trocados por ruido, tráfico y polvo con la futura construcción de una cantera en el paraje de Antzeri, entre Erro y Zilbeti, dos concejos que cuentan con 140 habitantes. Ésta es la visión de la Coordinadora Monte Alduide, surgida del movimiento vecinal inquieto y preocupado por una obra que, de entrada, se ubicará en parte de una zona ZEC (Zona de Especial Conservación) con su plan de gestión elaborado y con lo que conlleva a nivel medioambiental de espacios y especies protegidas. La otra cara, la de las autoridades de los concejos y valles, la de la empresa promotora, con el respaldo del Gobierno de Navarra, refiere a la necesidad socioeconómica y a la dinamización de la zona, "siempre que se cuente con el beneplácito de la mayoría y respetando el medio y a sus habitantes", aseguran.

Recién estrenado octubre, tras el parón estival administrativo, ayuntamientos y vecinos del Valle de Erro (compuesto por catorce concejos y entidades y 787 habitantes) se mantienen a la espera de que se cursen los correspondientes informes solicitados para la apertura de la explotación minera. Como todos los proyectos de esta índole, éste tampoco escapa a la diatriba vecinal, a la colisión de intereses, e incluso, a dimisiones concejiles. En definitiva, a la diferencia de opiniones a favor o en contra. Los representantes concejiles de Erro y Zilbeti, Joseba Oroz y Agustín Iribarren, concejos propietarios de los terrenos mancomunados en juego, y el alcalde del Valle de Erro, Enrique Garralda, ven el proyecto con buenos ojos, "siempre que se hagan las cosas bien", y le conceden un valor socioeconómico y de revitalización de sus valles. Mientras que la Coordinadora Monte Alduide representa la voz en contra de la cantera que considera "un ataque contra el medio ambiente", habida cuenta de que hablamos de una zona ZEC, "una barbaridad sin ningún valor añadido para sus habitantes", expresa su portavoz, Ángeles García Ruiz.

Por su parte, según las declaraciones de su director industrial, José Antonio Yeregui, la empresa se ocupa de la modificación del proyecto inicial en cuestiones fundamentales para contar con el apoyo general. Según indican desde la misma, "se está trabajando por la viabilidad del proyecto, por su legalidad y en la mejora del planteamiento inicial para no perjudicar a nadie que viva alrededor de la mina", afirma el directivo.

Antecedentes Expone la coordinadora que, cuando empezaron a llegar informaciones de los respectivos ayuntamientos, las conversaciones con la empresa y el Gobierno ya estaban muy avanzadas. En este sentido, las primeras negociaciones las sitúan a finales del año 2007 o principios de 2008. Para entonces, aseguran, "la anterior gestora ya se comprometió a llevar a cabo los sondeos de estudio para valorar los recursos mineros, sondeos que ya se ejecutaron, como puede apreciarse en el lugar, sin que se haya restaurado, a pesar del compromiso de la empresa de hacerlo en un plazo no más allá de abril".

Anteriormente, el 25 de noviembre, Magna informó al valle. Los vecinos, sobre todo los del Valle de Erro, vieron entonces con buenos ojos el proyecto "porque incluía de forma compensatoria un plan del Gobierno de construir la carretera enlace Zilbeti-Saigots (Esteríbar), para evitar su aislamiento, debido a la construcción de los túneles de Erro, afirman desde la coordinadora.

Para entonces ya había surgido un movimiento vecinal que vio la necesidad de asociarse legalmente, y a principios de 2009, la Coordinadora Monte Alduide era una realidad. En mayo supieron que no se realizaría la carretera a Saigots. "Este hecho hizo que aumentara la oposición", según la portavoz, y provocó la dimisión en junio de cuatro de los cinco miembros de la gestora de Zilbeti. "Ésta fue la causa, y no nuestra presión. Sólo quedó el alcalde, que nombró a dedo a otros dos afines a la cantera, un actual trabajador y otro que lo fue", afirma Ángeles García, representante del colectivo.

Otoño reivindicativo Pasado el verano, tiempo muerto para estas cuestiones, unos y otros trabajan por defender su causa: La Coordinadora Monte Alduide retoma las movilizaciones para evitar la cantera en Zilbeti. Para este otoño, se propone dar a conocer, a través de marchas y salidas que ofertarán a grupos de toda Navarra para denunciar en ellas la base sobre la que se sustenta su reivindicación desde el origen del conflicto: el hecho de que el lugar fue declarado primero LIC y luego ZEC, con su correspondiente plan de gestión. "Sólo por este hecho, afirman, el proyecto ya es ilegal", señala la portavoz.

En este tiempo, Magnesitas ha trabajado para adaptar el proyecto y mejorarlo todo lo posible, apunta su director industrial, José Antonio Yeregui. Por su parte, los presidentes de los concejos de Zilbeti y Erro, Agustín Iribarren y Joseba Oroz, respectivamente, se muestran partidarios de negociar y apostar por el proyecto, acatando la voluntad última de los habitantes de Zilbeti, los más afectados por proximidad. "La cantera traerá trabajo y mejorará las condiciones de vida", argumenta Iribarren. De todos modos, manifiestan que su opinión es una más. "Nosotros somos la voz de los vecinos", alegan. Concreta más todavía el alcalde del valle de Erro, Enrique Garralda: "en Zilbeti, están la mitad a favor y la mitad en contra, pero en Erro, el 95% se posiciona a favor".

Incompatibilidad El 22 de agosto de 2005, la zona de Monte Alduide quedó catalogada como Zona de Especial Conservación y se aprobó su plan de gestión, vigente hasta el 2011. Abarca los términos municipales de Anue, Baztan, Auritz-Burguete, Erro, Esteríbar, Orreaga-Roncesvalles y Luzaide-Valcarlos. Una superficie total de 9.082 hectáreas, de gran valor de masa forestal, donde habitan el quebrantahuesos y otras especies protegidas, poblaciones de corzos y ciervos. El LIC (Lugar de Interés Comunitario) incluye además, un buen número de hábitats de máximo interés: musgos, brezos, potentes masas de hayedos atlánticos, que albergan a los picos negros y dorsiblancos. Asimismo, cuenta con la importante presencia de rapaces forestales y, en los riscos, existen buenas poblaciones de rupícolas.

En este marco natural, en el paraje denominado Legua Acotada, está proyectada la explotación minera. "Es imposible", mantienen los asesores de la coordinadora. "Por ley cualquier actividad que se ejecute tiene que potenciar el hábitat que protege, el sector primario y rural". Y se preguntan también, "¿Cómo se puede compatibilizar las labores de conservación del ZEC, espacio natural protegido, con el permiso de sondeos otorgado a la empresa Magna dentro de Antzeri, en el corazón del ZEC?". ¿Qué van a hacer con las medidas fijadas para la necesaria conservación y mantenimiento de sus especies?". "Que nos digan cómo se van a saltar la ley", expresa Ángeles García.

En cambio, el director industrial de la empresa, José Antonio Yeregui, sostiene que una zona ZEC no es incompatible con la minería. "No es cierto que no se pueda construir la mina. Lo único que se debe hacer es cumplir los requisitos para que convivan, y no sólo los cumpliremos, los mejoraremos", sentencia. En este sentido, afirma que "estamos trabajando porque la acepción al medio ambiente sea mínima, sin afectar a ningún hábitat prioritario. Son los expertos de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra los que, con la Ley de Hábitat europea, definen y catalogan los hábitat protegidos en la zona del proyecto". Afirma el director que, dentro de la gran extensión de la zona ZEC, de más de 9.000 hectáreas, la cantera sólo ocupará 35, y "en ellas no se encuentran estas especies", ratifica.

Proyecto inicial adaptado Otro de los aspectos que preocupa a la coordinadora es que, al menos en el proyecto original, la explotación incluía escombreras y una planta de tratamiento primario para el machaqueo y clasificación del material in situ, antes de su traslado a la fábrica. Además, inicialmente estaba previsto que el material se trasladara a Zubiri circunvalando la pequeña localidad de Zilbeti, que está situada a 2,1 kilómetros de la cantera. "Las últimas casas y bordas del pueblo quedarían junto a la explotación minera", afirman desde la coordinadora.

En la adaptación del proyecto, Magnesistas propone hacer un túnel minero desde la explotación hacia la Nacional 138, carretera a Francia, a la planta de Eugi, "con lo que se reduce el impacto medioambiental y se evita que los camiones con la carga atraviesen Zilbeti. Por el pueblo no pasará ningún camión con carga de material de la mina", recalca Yeregui. El directivo refiere otros cambio sustancial: la estructura de extracción de la mina, que se dibuja de abajo hacia arriba los doce primeros años de su existencia. "Esto significa que va a ser invisible desde cualquier casa existente hoy en día en la localidad, incluidas las casas rurales. La mina tiene propiamente protecciones de forma natural que evitarán la emisión de ruidos. La machacadora no operará en la cantera, con lo que se evita ruido y polvo, y los taludes van a ser de 10 metros, cuando normalmente miden entre 40 y 100 metros. "Estamos haciendo un esfuerzo extraordinario por cuidar el medio ambiente, restaurar el hueco y que el perfil resultante no se aleje demasiado del actual, y, finalmente, para garantizar la seguridad de los trabajadores de la mina", asevera.

Nuevos contactos La empresa prevé que a primeros de noviembre podrán convocar a los vecinos y alcaldes del valle para ver y discutir la proyección del reformado proyecto. La coordinadora dice ser la primera interesada en obtener la información de la que carece. Pero, de entrada desconfía. Les basta con mirar al monte y ver los agujeros de los sondeos que ya tenían que haberse restaurado. "Cualquier persona sensata que visite el lugar lo puede ver y se puede imaginar también el polvo producido por la extracción, el ruido, las voladuras y las inevitables proyecciones de roca, la destrucción de afluentes y la contaminación de aguas freáticas y superficiales . No creemos en las labores de restauración que nos prometen, y que no son otra cosa que lo que ya podemos observar en la explotación que está haciendo la misma empresa en Eugi", expresan.

El nuevo encuentro servirá para poner posturas sobre la mesa. El alcalde del Valle de Erro, Enrique Garralda, opina que las autoridades locales están interesadas en llevar una buena negociación con la empresa y, si es posible, llegar a buen puerto. Eso sí, pone por delante, que "el informe de Medio Ambiente será vinculante para nosotros". En la misma línea se mueven los presidentes de los concejos de Zilbeti y Erro, Agustín Iribarren y Joseba Oroz. Éste matiza que, además del informe, "la última palabra la tienen los vecinos de Zilbeti", porque serán los más afectados por la proximidad. En general, todos confían en que el impacto y los destrozos sean menores que los producidos en otras canteras, como la suya propia de Eugi.

La vertiente socioeconómica es importante para ellos como alcaldes. "En el valle cada vez hay más paro y los jóvenes se marchan a vivir a Pamplona", señala Garralda. A lo que asiente Iribarren: "es una oportunidad buena para el futuro y el desarrollo del valle. La cantera dará trabajo y mejorará las condiciones de vida", pronostica.

Llamarse a engaño Estas promesas son consideradas por la coordinadora como "una oferta perversa", que tan sólo promete doce puestos de trabajo." Claro que Magna amenaza con el cierre y los ayuntamientos dudan. Que no se dejen engañar. Los 400 trabajadores que tenía en los años ochenta se han convertido en 170 por la coyuntura de los últimos años", razonan. "La cantera no es la solución a la despoblación de estos valles", aseguran. "Que no se pongan vendas. Aquí no hay otro tejido industrial que Magna, y en los diez últimos años no ha generado ni un solo puesto de trabajo",

La mina de Eugi se agotará en cinco o seis años, dice la empresa, y con el nuevo proyecto de Zilbeti, para cuarenta años, "alargaríamos la vida de Magnesitas aquí". El tejido productivo de la actual planta de Zubiri lo fija Yeregui en 170 personas y dice no poder concretar los nuevos puestos de trabajo que se crearían, "media docena o alguno más". "Se trata de maximizar la vida de las dos minas con una nueva orientación de producción hacia diferentes sectores y el desarrollo de nuevos productos, y de salir reforzados".

Los opositores no lo ven así. Vuelven la mirada al monte, y ponen el acento en otra cuestión fundamental para ellos. Se trata de lo aprobado en el Plan de Gestión de la ZEC Monte Alduide en lo que refiere a su conservación y desarrollo socioeconómico. Recalca la ley especialmente el deber de "asegurar el mantenimiento de la superficie y características de los hábitats existentes en Alduide". En este aspecto, se considera que uno de los objetivos del Plan debe ir dirigido al mantenimiento y fomento de todas aquellas actividades tradicionales que sean fundamentales para la conservación de los hábitats y de las especies de fauna y flora". En este marco, la ley obliga a que cualquier actividad que se ejecute tiene que potenciar el hábitat que protege, el sector primario y rural".

futuro en juego Actualmente, indican, en proyectos más avanzados de la CEE, se habla de subvenciones muy importantes a estas actividades en las poblaciones incluidas en ZEC, siempre que se hayan respetado las normas comunitarias. Por ello vaticinan, el futuro de las gentes del valle de Erro puede estar en juego. Añade el colectivo que el paraje de Antzeri forma parte de la Red Natura 2000 de Navarra, protegida por las directivas europeas. La actividad proyectada "no respeta los compromisos adquiridos con nuestros socios comunitarios y pone en peligro todos los fondos ligados a la Red Natura 2000 procedentes de la UE", advierten.

La ley dirá si podrán convivir la ZEC Monte Alduide y la explotación minera de Magnesitas Navarras, SA. De momento, desde la coordinadora manifiestan: "Aquí no cabe ninguna mina". El otoño se presenta caliente en la zona. Una vez que la empresa dé a conocer los últimos movimientos, con toda probabilidad a primeros del próximo mes, se abrirá una nueva etapa de trabajo, cada uno en su parcela.