PAMPLONA. Según anunció hoy el ayuntamiento de Pamplona, la capital navarra imitará a Amsterdam y será una ciudad pionera en Europa y la primera en todo el Estado en contar con una conexión inalámbrica a internet de WiMax. ¿Pero qué es y cómo funciona?

La tecnología WiMax (WorldwideInteroperability for Microwave Access) es un estándar de conexióninalámbrica, esto significa que es una tecnología desarrollada pordiferentes empresas a lo largo y ancho del mundo, no es servicioexclusivo o una aplicación concreta, sino un modo de transmitirdatos sin cables.

Si el Wifi ha liberado nuestros hogaresde los cables, WiMax puede liberar a una ciudad entera. Mediante unsistema de repetidores y sin necesidad de cables (actualmente nosconectamos a Internet -aunque sea wifi- a través de los cables deltendido telefónico que llegan hasta nuestra casa) esta tecnologíapermite transmitir una señal de datos a un área de unos 50 o 60kilómetros a la redonda con tan sólo una antena. Es decir, con unaantena en la cumbre del monte San Cristóbal-Ezkaba toda la Comarcade Pamplona podría disfrutar de acceso a Internet.

Este tipo de conexión ofrece 70megabits por segundo lo que supone una capacidad de ancho de bandasiete veces superior al estándar que nos ofrecen las compañíasactuales a través del teléfono. Es decir, mejor, más barato y másrápido.

Además mientras que el Wifi y lasseñales de móviles UMTS tienen muchas veces problemas paraatravesar obstáculo (la señal de móvil a veces se ve interferidacon un día de niebla), WiMAx es capaz de traspasar hasta elhormigón, eso sí gracias a unas emisiones en baja frecuencia.

Para volver a rescatar la señal enalta frecuencia sería necesario tener en nuestro hogares, en elsupuesto caso de que pudiésemos disfrutar de este servicio, unpequeño transformador que reconvirtiese esta señal de bajafrecuencia en alta frecuencia pudiendo rebotarnos dentro de lasparedes de nuestra casa una señal más clara. Igualmente se podríaninstalar pequeñas antenas receptores en algunos puntos de la ciudadque mejorarían su rendimiento. Además los propios edificios de laciudad pueden actuar como espejos y rebotar su señal, haciéndolallegar a todos los rincones.

La señal wifi tradicional suele verseafectada por las emisiones y ruidos de otros aparatos comomicroondas, televisores o teléfonos; la WiMax, no.

En cuanto a las aplicaciones prácticasque supondría tener una ciudad conectada 100% a Internet en bandaancha desde cualquier rincón, sería posible, por ejemplo, disponerde Internet real en las villavesas o en las maquesinas que nosinformasen en tiempo real mediante paneles interactivos de lasituación del tráfico, la posición del siguiente autobús, o nosofreciese información al minuto sobre la ciudad. O retransmisionesen directo. Así mismo podríamos disponer de Internet en nuestrosmóviles, coches o en salas de espera de cualquier edificio públicoo privado.

En desarrollo de esta tecnologíatendría un impacto directo, casi como de película de cienciaficción, en nuestra vida diaria. Pero por lástima, aunque estatecnología supone una competencia total a las actuales compañíastelefónicas, falta desarrollar los receptores necesarios para quevivamos en esa Pamplona futurista.

Esta tecnología de cuarta generaciónestá respaldada por un consorcio de cerca de 230 empresas,universidades y sociedades. Entre ellas Intel, Nokia, Siemens,Motorola, Samsung, Fujitsu o la vasca Euskaltel.