Dos almadías bajan por un Esca crecido a última hora, ante 7.500 entusiastas
la lluvia de la última noche mejoró las condiciones del río para la fiesta de burguiEl restaurante Beti Jai, de Aoiz, tuvo el honor de cortar el primer queso de la Denominación de Origen Roncal
burgui. Tal vez no se pueda decir que descendieron por aguas mayencas, del deshielo de mayo, como cita la tradición, por el bajo caudal que presentaba el Esca, pero lo cierto es que la lluvia caída la noche anterior permitió no sólo cumplir con el habitual recorrido, sino también que el descenso de las balsas burguiarras fuera muy vistoso. Puntual se asomó la primera por encima de la presa, a escasos minutos de las 12.30, hora prevista para el primer salto. Bajó rápida y segura, aunque al final se pasaron de la salida. La segunda saltó a las 12.34 y tuvo que ser sacada en dos tramos, peleando contra la fuerza y el caudal del agua.
Más de siete mil personas acudieron ayer al pueblo roncalés, a pesar de la inestabilidad del tiempo. Esta vez no lució el sol en Burgui, el cielo estuvo nublado y cayó xirimiri, pero no restó participación en la fiesta. Los más veteranos no recordaban desde cuándo no llovía en el Día de la Almadía, aunque algunos recordaban que lo hizo el año en el que se homenajeó a Miguel Induráin (2001).
"Ya sabéis como es esto. ¡Cucharada y paso atrás!", explicaban los almadieros a las homenajeadas del Itxako de balonmano, en el clásico almuerzo de migas en el término de Basari, al lado del río. En la orilla, esperaban aparcadas las almadías que fueron bajadas el viernes por la tarde en camiones, dado el escaso caudal. Junto a ellas, Frederic Arreteig, de la Asociación Bearnesa de Almadieros de los ríos Aspe y Olorón (Francia). Un año más rostros conocidos de la política se acercaron al lugar: La consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente Elena Sanzberro, José Javier Esparza, director del Instituto Navarro del Deporte; la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, y el presidente de CDN, José Andrés Burguete. El presidente de la Cofradía del Queso de Roncal, Antonio Gascue; Luis Gárate, de Cederna-Garalur, cofrades y alcaldes del valle degustaron las migas y el vino que no pueden faltar.
A las 11.40 comenzó el descenso. Salió la primera almadía camino de la presa, con siete almadieros y el homenajeado francés, seguida de la segunda, con seis, y dos jugadoras del Itxako, Amaia Azanza y Macarena Aguilar. "Si hubiéramos sabido que contaríamos con este caudal, habríamos preparado la tercera, pero todo indicaba que se estancarían", manifestaba al final el alcalde de Burgui, Iñaki Ayerra.
"Bajada bonita, con agua buena", expresaba Arturo Erlanz, con 58 años y de Burgui, almadiero de la primera y asiduo de la fiesta desde su primera edición. "Gracias a la lluvia de esta noche, había mucha corriente en el puerto y al final, se nos ha ido un poco a un lado. Seguro que los antiguos almadieros andaban con peor tiempo que éste, así que podemos decir que para las previsiones que teníamos por la falta de agua, pensando en bajar a golpe de tranca, que ya nos ha pasado otros años. Ha sido una bajada extraordinaria".
Alfonso Lacasia, de la segunda, salió empapado. En el salto, el agua les pasó de la cintura. Podía asegurar que estaba bien fría, mientras deliberaban sus compañeros de viaje si sacaban la almadía, lo que hicieron finalmente, en dos tramos.
Y del río al pueblo, ayer todo Burgui era una fiesta, amenizada por la música de Altobarrio Band, de Murillo del Fruto, y Arroitu Indarra, del Valle de Roncal, y otros estilos musicales. Con la Feria de Mercados Medievales, la demostración de elaboración artesanal de alimentos y oficios tradicionales, la exhibición de corte de madera, por Alain Salvador, y la feria del Queso con Denominación de Origen de Roncal.
campaña del queso También a la hora prevista, autoridades, cofrades y representantes de la Denominación de Origen Roncal inauguraron la campaña 2010 del queso roncalés, queso puro de oveja, de cinco meses y medio de curación, mejor todavía que el del año pasado, según el presidente de DO, Antonio Gascue. Ante una plaza repleta, Luis Gárate agradeció al público su presencia y a la asociación de almadieros la oportunidad brindada en un día "en el que nos convoca la tradición". En esta edición, el honor de cortar el primer queso le correspondió a Martín Iturri, propietario del restaurante Beti Jai, de Aoiz, "por su apoyo a este producto y por la buena trayectoria de este conocido restaurante del prepirineo navarro", expresó Gárate. El corte lo compartió con la consejera Sanzberro, quien animó a la degustación y, sobre todo "a la compra del tradicional producto, cuya mayor virtud, es su altísima calidad", aseguró.
"Estoy muy orgulloso. No me lo esperaba. Es cierto que en el Beti Jai siempre tenemos queso de Roncal y además, elaboramos un plato de solomillo, hongo beltza y queso de Roncal, que ahora mismo no tenemos en la carta, pero lo volveremos a incluir", sentenciaba.
Disipados los nervios de última hora, para entonces, el alcalde de Burgui, Iñaki Ayerra, se mostraba satisfecho y tranquilo. "Ayer no había nada de agua, pero llegó la tormenta en la parte alta del valle, que nos ha favorecido y todo ha ido fenomenal". Ayerra hacía hincapié en la repercusión de la fiesta de su pueblo, que ya es un hecho. Y es que Burgui, es un pueblo pequeño con una fiesta muy grande, que el año que viene cumple ya su vigésimo aniversario.