Museo 20 años de un

mucho ha llovido desde que en junio de 1991 se inauguró el Museo Gustavo de Maeztu en el palacio de los Reyes de Navarra de Estella. Dos décadas después, el museo sigue trabajando, siempre con fuerzas renovadas, en su objetivo de ser el referente cultural de la ciudad.

La iniciada hace 20 años fue la segunda etapa del museo, ya que ya se realizó una primera exposición permanente en los años 50. De esta manera, la colección de Gustavo de Maeztu estaba en manos del Ayuntamiento de Estella-Lizarra desde que la familia del pintor, a instancias de su hermana, María de Maeztu, decidiese donarla a la ciudad tras la muerte del artista en 1947. Poco después, se instaló la primera exposición en el propio edificio del palacio de los Reyes de Navarra. Sin embargo, la iniciativa se detuvo dado el estado del inmueble.

A esta primera etapa siguió, hace 21 años, la iniciativa del departamento de Cultura del Gobierno de Navarra, entonces bajo la dirección de Román Felones, de iniciar la rehabilitación del palacio. La idea fue una realidad tras seguirse el proyecto del arquitecto Miguel Ángel Alonso del Val, que permitió en junio de 1991 la apertura del que se bautizó como Museo Gustavo de Maeztu.

El centro nació con la vocación, que sigue manteniendo "de ser un museo ligado a la cudad", tal y como explica su directora, Camino Paredes. Bajo esa premisa, desde sus inicios la pinacoteca ha promovido actividades alternativas, como conciertos, conferencias, visitas guiadas, etc.

De estas dos décadas, Camino Paredes recuerda por ejemplo que "hemos hecho cosas insospechadas en un museo de las características del nuestro, con exposiciones de tal importancia como la de Robert Mata, uno de los surrealistas más importantes del mundo, o la antológica del grupo El Paso, que se convirtió en la última vez que se reunieron estos artistas".

Respecto a los retos del futuro, Camino Paredes indica que "ahora estamos en una nueva etapa más exigente todavía ya que ese primer capítulo de ligarnos a la ciudad ya está consolidado. El reto ahora es la excelencia, transmitir que el museo es un lugar de prestigio, de cultura y notoriedad. Esto nos exige actualizarnos constantemente y modernizarnos".

Otro de los objetivos es el de reformar las propias instalaciones. "Hay que conseguir que el Gobierno de Navarra, propietario del edificio, realice una inversión importante, que resuelva por un lado las barreras arquitectónicas que tenemos, que son terribles, y la instalación de la sala de conferencias de la que carecemos", señala la directora. Para ello, sería necesario el traslado de la oficina de turismo, que utiliza parte del edificio y que impide la instalación de un ascensor. "No se ha terminado de resolver esto y estamos pidiéndolo constantemente, con la, hasta el momento, total indiferencia por parte del departamento de Cultura".

falta de apoyo Camino Paredes es crítica con el Ejecutivo foral también en lo que se refiere a la financiación. "El Gobierno de Navarra nos destina este año la triste cifra de 10.000 euros para todo el año. Si funcionamos es gracias a los patrocinadores particulares e institucionales que nos están apoyando". La directora añade que "el Ayuntamiento hace un esfuerzo para la situación que tiene, pero la asignatura pendiente sigue siendo que el Gobierno de Navarra apoye a los museos de esta comunidad. Es lamentable la situación en la que nos encontramos. Cuando se inauguró el museo hace 20 años la aportación económica del Gobierno era mayor que la de este año". Para Camino Paredes, la crisis económica no puede ser la excusa "con la crisis sólo se intenta tapar una incapacidad tremenda y una desidia y falta de interés importante. En pleno siglo XXI es difícil de entender".

Durante estos 20 años de historia, el Museo Gustavo de Maeztu ha contado con tres directores, la propia Camino Paredes, titular de la plaza (1991 a 2002 y 2009 hasta la actualidad), Gregorio Díaz-Ereño, entre 2002 y 2007, y Javier Bartos, que ejerció este trabajo de agosto de mayo de 2007 a julio de 2009.